Más joven, guapo y delgado ha reaparecido uno de los jerezanos más ilustres. Entre flashes, Tío Pepe recibía este viernes a la prensa en su habitación del resort de Alcalá de Henares donde estaba de vacaciones tras casi 80 años de trabajo sin libranzas.
Relajado y aún dividido en varias partes para no desvelar totalmente su remozado aspecto, Tío Pepe se prestaba el viernes pasado a las fotos radiante tras disfrutar de un exhaustivo tratamiento de lijado y pintado, eso sí, con los colores originales, que para eso es un luminoso coqueto, histórico e indultado.
El jerezano está mucho más joven que cuando abandonó la Puerta del Sol un 18 de abril de 2011 luciendo arrugas en forma de abolladuras y un color mucho menos luminoso que el actual, fruto de la erosión causada por el paso del tiempo. "Llegó bastante castigado, más incluso de lo que esperábamos, aunque es normal después de estar tantos años allá arriba", explicó a Efe Raúl Hernansanz, gerente de Spoluz, desde donde se han encargado de la puesta a punto del guitarrista de González-Byass.
Doce personas han trabajado durante los últimos cuatro meses para que a Tío Pepe no le faltara de nada, hasta el punto de "volver a pintar a mano de forma minuciosa todos los detalles de la botella", como ha manifestado el gerente.
Tío Pepe, además de más joven y más guapo, también está más delgado ya que, aunque el rótulo y sus colores son los originales punto por punto, el armazón que lo mantendrá fijado en lo alto del número 11 de la Puerta del Sol -su nueva oficina- también se ha aligerado.
Tres años sin dar señales de vida han pasado desde que el mediático Tío Pepe se recolocara su sombrero y la chaquetilla a juego para despedirse, sin fecha de retorno establecida, de los madrileños y visitantes.
La restauración de su tradicional oficina tras la compra del inmueble número 1 de la Puerta del Sol por parte de la empresa de electrónica Apple tuvo la culpa de aquel hasta luego que más parecía un adiós. Ante el anuncio de que don Pepe, como le llaman los "enfermeros" de la empresa Spoluz, no volvería, los madrileños se volcaron exigiendo la vuelta del jerezano al que el actual ministro Alberto Ruiz-Gallardón, entonces alcalde de Madrid, elogió en su día equiparándolo con la Torre Eiffel de París.
Singular donde los haya e indultado como pocos, Tío Pepe tiene el carné de miembro del selecto y cada vez más reducido club de rótulos luminosos permitidos por el Ayuntamiento de Madrid, integrado también por el de Schweppes de Callao.
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