De una idea primigenia en 2010 -cuando la restauración de un terreno en Numancia les hizo replantearse la cartelería que podía interferir en un entorno natural-, la investigación de cómo la tecnología podía aportar nuevas soluciones de información y difusión  desembocó en la participación del Grupo en este proyecto comunitario, junto a otra decenas de entidades de la Unión Europea.

InterpretaTIC, según explica a Efeagro uno de sus responsables Román Esteban, ha desarrollado una herramienta de Realidad Aumentada para el Parque Arqueológico de Segóbriga (Cuenca), gracias al cual los visitantes pueden ir no solo recibiendo información accesible de los distintos puntos de interés sino observando la recreación arquitectónica o artística del yacimiento  visigodo y romano.

"Si con la tableta o el móvil te sitúas frente a una estatua o una estela funeraria incompleta, el programa se la mostrará como fue en su estado original y en tres dimensiones", pone como ejemplo Esteban, quien simboliza esta posibilidad como una puerta dimensional que permite vislumbrar un pasado e interpretar toda su riqueza histórica y cultural.

Para su desarrollo -además de un arqueólogo y un desarrollador de Tragsa-, han contado con el apoyo de la directora científica del Parque, Rosario Cebrián, que les ha facilitado "los legajos, los dibujos de años y años de excavaciones..." que una vez digitalizados han nutrido de contenido esa realidad aumentada. 

La siguiente fase del proyecto ha comenzado ya, y consiste en dar a conocer a todos los profesionales del Grupo para que gracias a esa "cadena de transmisión interna" llegue a todas las administraciones españolas y conozcan que está disponible y "todo el conocimiento está ahí para rentabilizar todo su potencial", no sólo en lo arquitectónico sino en lo natural y ambiental. 

Esteban abre la puerta a infinitas posibilidades, desde la interacción en Realidad Aumentada con personajes de época que expliquen el valor de lo interpretado hasta la creación de perfiles para adaptar los contenidos al público infantil, juvenil o adulto, o la capacidad para hacer juegos y competiciones interactivas.

"Lo que intentamos en Segóbriga es que el visitantes se sienta  partícipe del lugar; que no sólo se hagan un selfie, sino que pasen de la imaginación de lo que fue a verlo e implicarse de una forma emocional; que no llegue y vea solo un panel con datos, que además se puede deteriorar, sino que cruces el umbral de una puerta derruida y al girarte todo el entorno esté reconstruido", señala.

"Mi satisfacción es que mi trabajo vale para algo", insiste este ingeniero de Montes, con una historia desde 2005 de proyectos de restauración ambiental y paisajística, de rutas científicas, artísticas y literarias de divulgación para escolares, y de tecnología e interpretación del patrimonio.

"Somos más conocidos por otro tipo de actuaciones, de emergencia o de infraestructuras", precisa Esteban, pero también "desarrollamos proyectos" que aportan vida al territorio y que pueden ser el primer paso para encontrar nuevos usos a las herramientas tecnológicas y que las distintas Administraciones puedan hacer uso de ellas, "gracias al servicio integral de Tragsa a la sociedad".