La posada del Chaflán. Foto: AYC.

La posada del Chaflán. Foto: AYC.

Una hospedería en el Madrid del siglo XXI

Publicado por: MÒNICA FARO 8 de julio de 2013

Buena cocina, materias primas de calidad, confort y relax sin salir del centro de la ciudad. Un espacio para desconectar del bullicio y entregarse a los placeres del atún rojo o un buen arroz con bogavante. Habitaciones temáticas con los alimentos como protagonistas. Son los ingredientes de La Posada del Chaflán, la nueva propuesta hostelera de Juan Pablo Felipe.

Tras casi un año de obras, el restaurante madrileño El Chaflán y el que fuera el Hotel Aristos se funden en una nueva propuesta hostelera, que busca ser “una casa de huéspedes del siglo XXI con un lenguaje muy gastronómico”, en palabras de su responsable, Juan Pablo Felipe.

El cocinero, Premio Nacional de la Gastronomía 2001, se ha propuesto cambiar un poco la visión del alojamiento en las grandes ciudades volviendo “al origen de las posadas”. “Son alojamientos sencillos, conceptuales, que tienen una historia que contar y siempre con la cocina como pilar”, afirma.

Para él, La Posada del Chaflán es “un hotel artistificado, comunicativo y con un lenguaje muy gastronómico”. Cada una de las 47 habitaciones tiene a un alimento como protagonista: la ostra, el cochinillo, el espárrago, el atún o la naranja, todos ellos productos “básicos” en la dieta del cocinero y en muchas de sus recetas.  Platos como el tartar de atún rojo, las alcachofas con presa ibérica, el arroz con bogavante o una corvina en bullabesa de mejillones, que pueden degustarse en el restaurante.

“Una atmósfera original anima a los clientes a vivir una experiencia, a que desate su imaginación, se ría y consuma”. Pero Felipe no se conforma con dar de comer a los comensales, sino que busca trasladarles a un mundo en el que el placer de los sabores impregna todas las paredes del establecimiento. “Queremos crear un concepto de alojamiento urbano muy vivo, apoyándonos en las corrientes artísticas europeas de entre los 50 y los 90”, explica.

Todas las artes están presentes, desde la poesía hasta la fotografía. No pasan desapercibidos el arte medioambiental de Robert Smithson, los objetos cotidianos de Philippe Parreno o las obras del berlinés Franz Ackermann. Incluso el propio chef se ha dedicado un espacio para la creación fuera de los fogones: él mismo ha escrito versos en las paredes y sus recetas protagonizan una serie de fotografías artísticas.

Secciones : Hoteles Turismo