El Gobierno aprobó el viernes la revisión de los planes hidrológicos para las demarcaciones hidrográficas del Cantábrico occidental, Guadalquivir, Ceuta, Melilla, Segura y Júcar
También dio luz verde a la revisión de los planes de la parte española del Cantábrico oriental, Miño-Sil, Duero, Tajo, Guadiana y Ebro. Además, el ejecutivo aprobó otro Real Decreto sobre las demarcaciones hidrográficas de competencia autonómica en Galicia costa, en las Cuencas Mediterráneas andaluzas, en la de Guadalate-Barbate y en las de los ríos Tinto, Odiel y Piedras.
España cuenta con un total de 25 demarcaciones hidrológicas, de las cuales 12 son de competencia nacional -al ser su ámbito de influencia de más de una comunidad autónoma- y 13 son de competencia autonómica -al circunscribirse a una única región-.
Las revisiones afectan a 16 planes, una docena elaborados por la administración general del Estado y otros cuatro desarrollados por la autonómica, que se aplicarán durante el período 2016-2021.
Planes “fundamentales”
La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), Isabel García Tejerina, calificó estos planes de “absolutamente fundamentales” al considerarlos “el instrumento más importante para la gestión del agua” además de para la protección de los propios cursos fluviales “algo especialmente importante en un país como España”.
García Tejerina recordó que la UE obliga a aprobar un plan para cada demarcación hidrográfica de un país miembro en períodos de 6 años, pero el correspondiente a 2009-2015 no fue desarrollado y “a finales de 2011, no había ninguno aprobado, por lo que este Gobierno tomó como prioridad sacar adelante el primer ciclo y, una vez aprobado, hicimos un enorme esfuerzo para ponernos al día” y aprobar hoy el segundo ciclo.

En el caso de los planes de competencia estatal, se detallan más de diez mil medidas que exigirán una inversión de 15.000 millones de euros, mientras que los intracomunitarios fijan inversiones por valor de otros 2.500 millones.
La nueva normativa también incluye mejoras medioambientales para conservar y proteger los ecosistemas vinculados a los ríos, como el incremento de los caudales ecológicos -flujos necesarios de agua que deben contener los ríos para impedir su deterioro-, que en el primer ciclo se fijaron en 2.500 tramos fluviales y en esta revisión suman otros 750, con lo que ya suman 3.250. Para incrementar la calidad de las aguas, se garantiza además una inversión por importe superior a los 1.100 millones de euros en saneamiento y depuración.
La opinión de los regantes
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España, Andrés del Campo, mostró su satisfacción de este colectivo tras esta revisión en la que ha participado Fenacore. Aún así, mantuvo su reivindicación de contar con un Plan Hidrológico Nacional (PHN).
Por otra parte, insistió en que se necesita seguir apoyando a los regadíos porque queda un millón de hectáreas de cultivos en España pendiente de transformación, aunque se han dado grandes pasos. Según sus datos, el 50 % de toda la superficie transformada actualmente tiene riego localizado, por goteo, y el 24 % lo tiene por aspersión, lo que implica un enorme ahorro de agua.