La organización ecologista ha presentado una campaña en España y otros diez países, con el fin de sensibilizar al consumidor para que su elección del pescado y del marisco sea respetuosa con el medioambiente y los derechos sociales.
La iniciativa de WWF, que tendrá una duración de dos años y financiación europea, se centrará en informar sobre las consecuencias ecológicas y sociales que tiene la compra diaria de productos del mar.
“Un consumidor bien informado tiene la llave para incentivar la pesca sostenible y responsable”, según el responsable del Programa Marino de WWF, José Luis García Varas, quien ha declarado que se hará especial hincapié en la “huella del mercado español” en otros océanos.
La vicepresidenta de Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU), Ana Echenique, ha insistido en la necesidad de leer bien el etiquetado a la hora de comprar, para tener en cuenta a las economías locales, que viven del pescado, y la trazabilidad del mismo(seguimiento de un alimento desde el origen hasta que llega al plato).
España es el cuarto importador mundial de productos pesqueros y el noveno exportador. El consumo per cápita es de 42 kilos al año, según WWF.
España es el cuarto importador mundial de productos pesqueros, el noveno exportador y alcanza un consumo per cápita de 42 kilos al año (26 en el hogar) según WWF.
La campaña incluye actuaciones a “pie de tienda”, con los sectores de la distribución y hostelería.
También se han programado peticiones para que el Gobierno y las administraciones impulsen el suministro “responsable”, con especial atención a la “compra pública” de productos pesqueros por parte de los colegios de organismos públicos.

Además, WWF ha puesto en marcha la web Fish Forward con información sobre el sector pesca y la acuicultura y consejos para el ciudadano.
La organización quiere potenciar la adquisición de pescado o marisco con certificación “sostenible”, como los sellos MSC o ASC.
El responsable de pesquerías de WWF en España, Raúl García, ha reconocido la “confusión” entre los ciudadanos al identificar un producto “responsable”. No obstante, ha apuntado que en la actualidad existen “herramientas” legales y normas como las del etiquetado que permiten conocer datos como, por ejemplo el arte pesquera con que se ha extraído el pescado o el marisco.
En relación a las importaciones, los ecologistas han alertado de que el pescado puede proceder de flotas que trabajan con “esclavos a bordo”, como las de Tailandia o Indonesia.
Casos positivos
Por el contrario, WWF ha aclarado que existen casos positivos en los que “los pescadores hacen bien las cosas” y eso lo debe saber el consumidor. WWF considera no se trata de hacer una distinción por especies, sino por caladeros.
Por ejemplo, la merluza del Atlántico está en buena situación, cerca de niveles recomendados por los científicos, al contrario que la del Mediterráneo, donde sufre “sobreexplotación”.
Los ecologistas también quieren sensibilizar al comprador para que conozca por qué un pescado más “sostenible” cuesta más.
Raúl García ha apuntado que la cercanía de la Navidad es un buen momento para promover una decisión responsable y, en el caso del marisco, el ciudadano debe saber que el control en Galicia o en Asturias está “muy avanzado” .
Y al comprar bacalao podrá encontrar género certificado, pero deberá evitar langostinos de acuicultura, procedentes en su mayoría de importaciones.