Ciudades europeas

Zagreb a la luz del Adviento

Publicado por: Lilián Aguirre 18 de diciembre de 2014

La llaman la “Pequeña Viena”, pero cuando comienza el Adviento podríamos denominar a Zagreb “La ciudad de la luz”, porque toda ella comienza a brillar. Y ahora resulta más fácil plantearse una escapada a esta ciudad porque el 21 y el 27 de diciembre podremos viajar en vuelo directo con Vueling desde Barcelona a la capital croata.

Edificios y parques se iluminan con miles de bombillas, calles y plazas se llenan de pequeños puestos de artesanía, salchichas, árboles de Navidad, coronas de Adviento y vino caliente. Y sus habitantes invaden las calles añadiendo más calor si cabe al ambiente festivo.

Una gran corona de Adviento protagoniza fotos y selfies, un enorme local en el que tomar una salchicha, una cerveza, un vino caliente… y que no es más que el punto de partida de una cadena de bares y puestos callejeros que se extienden por las calles adyacentes como una red que comienza en esta plaza principal que los tranvías cruzan mecánicamente, como cada día del año.

Un mercadillo que lo invade todo

Las casetas, de madera, ofrecen bebida unas, comida otras (diferentes tipos de salchichas y unos dulces muy similares a los buñuelos, fundamentalmente) y distintas muestras de artesanía otras. Desde los corazones con espejito símbolo de la ciudad hasta diferentes productos elaborados a base de miel, pasando por los objetos más típicos de la época como las coronas de Adviento, pequeños belenes o adornos naturales para decorar la casa antes y durante la Navidad.

Y las calles que no son “invadidas” por este pintoresco mercadillo navideño que se prolonga por toda la ciudad, sobre todo por la Ciudad Alta, están igualmente ocupadas por cientos de terrazas de cafés en las que los croatas pasan el rato viendo pasear a los demás. Son cientos de terrazas las que se asoman a la calle aquí. Con estufas y mantas, cerradas por supuesto, estos escaparates son mucho más que un lugar en el que tomar algo, son una tradición y, parar en uno de ellos, casi un ritual.

Una caseta de las que pueblan Zagreb en Adviento. Foto: Oficina de Turismo de Zagreb
Una caseta de las que pueblan Zagreb en Adviento. Foto: Oficina de Turismo de Zagreb 

“Vamos a tomar un café”. Una frase que en la capital croata significa mucho más. Es sentarse en un café con los amigos y tomar un café, una cerveza… mientras se charla durante una hora, dos… Por eso no es de extrañar comprobar el número de clientes que hay en estos locales, sobre todo durante el fin de semana.  A pesar del frío, a pesar incluso de la ligera lluvia.

Adviento en las calles de Zagreb

Sorprende esa cultura callejera que existe en Zagreb. En una ciudad más bien centroeuropea, con un durísimo y largo invierno… no se espera el visitante encontrar mucha vida al aire libre. Y en la capital de Croacia se encuentra la sorpresa. Como si de un pueblo mediterráneo se tratara, sus habitantes disfrutan de la música que ambienta la calle, de las luces que hacen brillar la ciudad y del ambiente festivo del Adviento que se prolongará durante la Navidad y hasta el día de Reyes.

Esta ciudad vive al aire libre durante todo el año. Y no es de extrañar, porque parece diseñada para ello. Es muy plana, a excepción del desnivel entre la Ciudad Alta y la Ciudad Baja, que es poco y además puede salvarse con el funicular; tiene muchas calles peatonales y, en el resto, poco tráfico.

Las calles de Zagreb, siempre animadas, incluso en invierno. Foto: Oficina de Turismo de Croacia
Las calles de Zagreb, siempre animadas, incluso en invierno. Foto: Oficina de Turismo de Croacia 

De modo que, cuatro semanas antes de la Navidad, cuando comienza el Adviento, fiesta religiosa que en este pueblo católico está plenamente integrada en la vida social, grupos de amigos, parejas, familias con niños… todos salgan a vivir la fiesta.

Este año, Zagreb tiene un aliciente añadido, su pista de hielo al aire libre, una atracción de la que no gozaban desde hace lustros y que se inauguró el pasado 5 de diciembre. Centenares de personas se agolparon esa tarde alrededor de la pista para ver los actos inaugurales y charlar después junto a las casetas mientras tomaban un vino caliente.

Más de un millón de luces en Cazma

Cazma está en los alrededores de Zagreb, a sólo unos 60 kilómetros. Es un pueblo de unos 3.000 habitantes con un entorno natural intacto y conocido por su agricultura ecológica. Pero cuando comienza el Adviento, Cazma se convierte en una de las principales atracciones. Porque es el momento en el que se encienden los millones de luces con las que Zlatko Salaj (podríamos traducir su nombre por Aurelio) decora su granja hasta convertirla en la más deslumbrante postal navideña.

Cazma, en los alrededores de Zagreb, un espectáculo de luz. Foto: Oficina de Turismo de Croacia
Cazma, en los alrededores de Zagreb, un espectáculo de luz. Foto: Oficina de Turismo de Croacia 

Él nunca tuvo una Navidad de esas que todos los niños tienen. Alegre, con sus dulces, sus regalos… Y eso era una espinita que tenía clavada y que logró sacarse cuando, hace 14 años, decidió organizar una Navidad por todo lo alto para su familia. Hizo en el terreno que rodea su casa un pequeño lago, riachuelos, puentes… y decoró todo ello, además de los árboles y arbustos, con lucecitas navideñas.

Los vecinos de Cazma y de los alrededores le han ido animando año tras año a añadir más luces y, por lo tanto, más atracciones como un gran Papá Noel o la Pitufilandia que ha inaugurado este año con varias casitas de los hombrecillos azules y un puñado de ellos a la puerta. Pero en este “parque temático”, que se abrió al público como atracción hace ya diez años, no falta un gran portal de Belén.

Se puede comprar algo de artesanía allí y, después de que los niños hayan disfrutado del luminoso recorrido, el bar, una gran cabaña de madera, se convierte en el refugio en el que descansar un rato y reponer fuerzas.