La Xunta de Galicia y los pescadores han llegado un acuerdo para limitar las capturas de jurel (chicharro) por buque y tripulante. Con este tope, pretenden gestionar mejor las cuotas y revalorizar el pescado en el mercado.
La conselleira de Medio Rural y del Mar de Galicia, Rosa Quintana, y los pescadores de cerco han pactado un tope de 2.000 kilogramos de jurel por barco, además de 600 kilogramos por tripulante, haciéndose un cómputo semanal de las capturas.
Quintana y el portavoz de la asociación de pescadores de cerco Acerga, Andrés García, anunciaron el compromiso al término de una reunión en la sede de la Xunta en Santiago de Compostela.
El tope de capturas comenzará a aplicarse a partir del próximo lunes y el representante de Acerga expresó su esperanza de que eso permita a las embarcaciones del cerco en Galicia a prolongar su actividad hasta octubre próximo.
La conselleira agradeció la “buena voluntad de todos los representantes del sector” para lograr un compromiso que permita a los pescadores reanudar la actividad cuanto antes.
El acuerdo no afecta al sector del arrastre
Quintana indicó, sin embargo, que no hay todavía acuerdo con los pescadores de arrastre que están pendiente de conseguir un arreglo con los representantes de Portugal.
Por su parte, García señaló que el compromiso es “para todo el cerco gallego” y apuntó que si bien “no es una buena solución”, ya que en su opinión “la buena sería una cuota suficiente para mantener estos topes de captura”, al menos permite a la flota “alargar” la temporada.
Según Acerga, con estas medidas se intenta revalorizar la venta de jurel y, por otro lado, una mejor gestión de las escasas cuotas asignadas a esta especie en 2015.
