La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) prevé una producción de cereales de invierno de 17 millones de toneladas este año, frente a las 9,9 millones de toneladas cosechadas en 2017, año marcado por la sequía.
Asaja, que ha celebrado esta semana su reunión anual sectorial de cereales, prevé una cosecha de cultivos de invierno de 17 millones de toneladas.
El presidente de la sectorial de Cereales de Asaja, Pedro Gallardo, ha explicado a Efeagro que ese aumento se debe a la “muy mala” campaña anterior en comparación con la actual, que ha conseguido mejorarse con las lluvias caídas en los últimos meses.

A pesar de ello, esos 17 millones de toneladas (algo más de 20 millones si se incluye el maíz) son unos volúmenes normales.
La sequía hizo que la sementera fuese “regular” a finales del año pasado, por lo que, a pesar de las abundantes lluvias, las plantaciones “traían ya esa merma”.
Suben los gastos para el agricultor
En el análisis que hace Gallardo, apunta que los ingresos de los agricultores se incrementarán, aunque también lo han hecho sus gastos porque la abundante lluvia “limpió el abonado” y ha hecho falta volver a tratar el campo con funguicidas y herbicidas, con un “coste extra” al agricultor.
Para Asaja, el principal “contratiempo” es el precio bajo que recibe el productor.
Las precipitaciones han traído otros problemas, como una mayor proliferación de enfermedades -entre ellas la roya-, a los que se suma “la epidemia” de conejos en “muchas provincias” que se alimentan de estos campos de cereales.
No obstante, Gallardo ha asegurado que “el principal” contratiempo es el precio que recibe el agricultor, que es “el de hace 30 años”.
La cosecha en general se ha visto retrasada entre tres y seis semanas, según las diferentes zonas productoras, lo que hace que las previsiones sean más aventuradas que en otras campañas, ha apuntado Asaja en un comunicado.
Desde la organización han indicado que en trigo blando se espera una producción de 5,5 millones de toneladas; en trigo duro, 1,25 millones; en cebada, 8,5 millones, y en otros cereales (avena, centeno y triticale), 1,75 millones de toneladas.