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Brexit y Mercosur en el futuro exportador agroalimentario español

Publicado por: Laura Cristóbal/Efeagro 25 de mayo de 2021

Brexit y Mercosur son dos de los desafíos a corto y medio plazo para el sector agroalimentario comunitario y para el español, como octava potencial mundial en exportaciones: España venden al exterior por valor de 54.000 millones al año y con un crecimiento que se ha mantenido incluso y a pesar de la covid-19 desde marzo del año pasado.

El Reino Unido abandonó la Unión Europea, lo que le convierte en un tercer país que ahora negocia con Bruselas los términos definitivos de su relación. Y, en el caso de Mercosur, el acuerdo ofrece a la Unión Europea un ingente mercado potencial, pero la realidad es que no está ratificado y que hay cuestiones especialmente ambientales que dificultan su entrada en vigor.

El secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, recuerda en declaraciones a Efeagro que cuando “a España, al sector agroalimentario, se le ha dado la oportunidad de jugar, de competir, en el sector internacional, hemos ganado. Ahora mismo si tuviéramos que sopesar las ventajas y los inconvenientes de España como actor internacional en el comercio internacional yo creo que las ventajas superan a los inconvenientes”.

Miranda señala que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación “colabora de muchas maneras” en el comercio internacional de los productos agroalimentarios, desde la negociación de los certificados de exportación veterinarios y fitosanitarios,  explorar qué mercados merecen la pena, trabajar con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo,  y trasladar  a la Comisión Europea (CE) que España quiere un comercio internacional basado en reglas y en el respeto de la igualdad de condiciones: “Si dentro de Europa nos exigimos un nivel estándar alto, yo creo que también fuera debe hacerse así”.

Las ventas de alimentos y bebidas españoles a Reino Unido rondan los 4.000 millones de euros, en una progresión ascendente que incluso se ha mantenido en plena pandemia, impulsada además por las compras británicas en previsión de que las trabas burocráticas les dejaran si vino, aceite o productos curados de origen español.

El director adjunto de la representación de la CE en España, Jochen Müller, subraya que lo importante es haber conseguido un acuerdo con el Reino Unido “que ha evitado cualquier tipo de arancel o cuota para el sector agroalimentario”  y que, aunque haya existido algunas dificultades iniciales, espera que “pronto exportemos al Reino Unido con tal facilidad como a cualquier otro país tercero”.

Además de la reciprocidad o la cuestión arancelaria, en otros casos preocupan los convenios que el Reino Unido pueda establecer con terceros países. El director de la interprofesional del Limón y el Pomelo (Alimpo), José Antonio García Fernández, pone como ejemplo “los potenciales acuerdos británicos con Egipto, Marruecos o Sudáfrica y que puedan anticipar que la fruta de estos países llegue al mercado británico en calendarios más amplios y que compita directamente con bajo coste con la producción española”.

Camiones de carga y otros vehículos atraviesan el puerto de Dover, en el Reino Unido. Efeagro/Andy Rain
Camiones de carga y otros vehículos atraviesan el puerto de Dover, en el Reino Unido. Efeagro/Andy Rain

Si ponemos el foco en la competencia, la Unión Europea es deficitaria en su balanza comercial agroalimentaria con Mercosur. En el caso español, también, en torno a 2.800 millones de euros.  Alimentos como el vino y el aceite, o la maquinaria, tienen altos aranceles en estos momentos, con lo que el acuerdo permitiría reforzar la posición europea de cara a competidores como China o Estados Unidos.  Pero pesan las discrepancias en las políticas ambientales.

Como apunta Müller, los países de Mercosur “se comprometen con los objetivos del acuerdo de París sobre el cambio climático. Por ejemplo, Brasil tiene que reducir sus emisiones de CO2 un 37 % entre 2005 y 2025”, según figura en el capítulo de sostenibilidad.

“Es mejor tenerlo que no tenerlo. Es otro instrumento, otra palanca para vigilar la aplicación de los compromisos medioambientales de países de Mercosur. Podemos exigirles ese cumplimiento de acuerdos ambientales y lucha contra el fraude”, añade.

Por sectores, el vitivinícola tiene en el mercado potencial de Mercosur aspectos positivos, pero como apunta el director del área de Internacional en Bodegas Riojanas,  Josetxo Soria,  en este caso todavía falta conocer “la letra pequeña” y una “mayor ambición” en cuanto a los plazos que se manejan.

Brasil y sus más de 200 millones de habitantes como mercado especialmente interesante para el sector vitivinícola español y europeo: “No es un gran productor de vino y tiene permeabilidad a productos de otros países, por lo que es muy interesante si el consumo sigue creciendo como hasta ahora”.

 Los efectos de la pandemia y la presumible nueva política arancelaria de la administración de Joe Biden se suman al Brexit y a los diferentes acuerdos comerciales suscritos por la Unión Europea a la hora de delimitar el tablero de juego en el que se lidiará el futuro exportador agroalimentario comunitario y español. Y en el que las políticas contra la deforestación, el uso de fitosanitarios o los sellos de calidad tendrán mucho que decir.