El café procedente de Colombia, el azúcar como cultivo de Cuba o el algodón de origen egipcio son algunos mitos populares que protagonizan nuestro día a día y que tienen su origen erróneo en el descubrimiento del Nuevo Mundo y la mezcla de cultivos y culturas que conllevó.
La divulgación de los cambios espectaculares que produjo en cualquier ámbito el descubrimiento de América, especialmente en el de la botánica y gastronomía, es el objetivo de la muestra “Plantas de ida y de vuelta“, que se ha inaugurado en Málaga.
En el recorrido de la muestra se aprende “cómo el café, que siempre asociamos a Colombia y países sudamericanos, tuvo su origen en la zona alta de Abisinia y lo llevaron holandeses, franceses y portugueses a sus respectivas colonias americanas”, ha señalado a Efe el coordinador de la exposición, Ernesto Fernández Sanmartín.
Entre las plantas “de ida” destaca el trigo, gran variedad de legumbres y hortalizas o la vid, si bien este cultivo está considerado también “de ida y vuelta, en un sentido recíproco, pues el injerto de vid americana se introdujo en la cepa europea en la segunda mitad del siglo XIX como solución a la plaga de un insecto hemíptero”.
La caña de azúcar llegó y triunfó en el Nuevo Mundo
La caña de azúcar, por su parte, es originaria de China e India y ya se cultivaba en la Península en el siglo X, como muestran documentos de la época que reglamentaban su plantación y recogida, aunque después de su traslado a Cuba, Puerto Rico o México “su éxito fue total”, ha explicado Fernández Sanmartín.
Del mismo modo, el prestigioso algodón egipcio proviene de Centroamérica y ya se producía en la América precolombina, si bien tras su exportación hizo caer las producciones europeas de algodón -que se remontan al siglo cuarto antes de Cristo- al ser de mejor calidad y más barato y su cultivo triunfó en Egipto desde el siglo XIX.

No sólo la alimentación centra esta muestra, que acoge la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga en colaboración con la Academia Malagueña de las Ciencias y con el patrocinio de Unicaja, sino que la acompañan las plantas aromáticas, textiles y ornamentales, además la ganadería.
El continuo, dificultoso traslado y aclimatación de todas ellas entre el Nuevo y el Viejo Mundo, los viajes, expediciones y empresas que se realizaron desde el último decenio del siglo XV “cambiaron sin duda nuestra vida”, ha manifestado a Efe el presidente de la Academia Malagueña de las Ciencias, Fernando Orellana.
El flujo constante de nuestra alimentación y formas de vida han contribuido a la imagen errónea de ciertos cultivos, que ven rescatado su origen en la exposición “Plantas de ida y de vuelta”, si bien algunos de ellos mantienen correctamente en el imaginario popular su procedencia, como la patata, el cacao o el tomate.