La especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Helga Josupeit explicó a Efe que tradicionalmente la demanda de pescado en esa zona crece en los meses de julio y agosto porque los turistas incrementan el número de personas que comen en restaurantes, si bien este año se ha observado un mayor consumo.

"Debido al miedo de ataques terroristas, muchos españoles e italianos se han quedado en sus países de vacaciones en vez de viajar fuera, lo que ha creado una buena demanda de pescado tradicional", destacó Josupeit.

En España, según las últimas estadísticas oficiales, las pernoctaciones hoteleras aumentaron un 7,4 % anual en julio pasado y la ocupación fue del 73 %, mientras que Italia espera un aumento de las visitas extranjeras en 2016 después de que las llegadas subieran un 5,4 % en los primeros tres meses del año.

Precios más altos

La agencia de la ONU cita el turismo como uno de los factores que están influyendo en el mercado europeo del pescado, con el consiguiente aumento de precios.

En su informe de agosto, destaca que en España el rodaballo se ha encarecido de forma inusual y el kilo del de gran tamaño se ha llegado a vender a un precio récord de 23,2 euros.

Los cefalópodos están siendo otras de las especies más solicitadas y algunas como los calamares, el pulpo y la sepia han visto incrementados sus precios en el sur de Europa.

La FAO agregó que el mercado de la merluza en España continúa en línea con los meses anteriores, con una fuerte demanda y precios al alza.