El grupo Dcoop, considerado el mayor productor mundial de aceite de oliva, estima que cerrará 2020 con una caída de entre el 7 y el 8 % de su facturación tras un año “de precios bajos”, y ya peina el mercado en busca de alguna operación corporativa para crecer en el sector de envasado.
Así lo asegura en una entrevista con Efeagro el presidente de esta cooperativa andaluza -con actividad también en la aceituna, el vino, la ganadería y los frutos secos-, Antonio Luque, quien calcula que el volumen de ingresos rondará los 925-940 millones de euros este ejercicio frente a los 1.009 millones de 2019.
“Los beneficios serán muy bajitos, en el entorno del millón de euros, pero no vamos a tener pérdidas“, garantiza Luque, quien incide en que el año ha estado marcado por los bajos precios recibidos por los olivareros durante la mayor parte del mismo, aunque en los últimos meses tienden al alza.
Concretamente, los precios han pasado de oscilar entre 1,7 y 2,15 euros el litro (dependiendo de las categorías) a moverse hoy entre 1,8 y 2,5.
“Hemos estado en uno de los niveles de precios más bajos de los últimos años, por debajo del nivel de rentabilidad de la mayoría de nuestros socios y agricultores”, lamenta el responsable de Dcoop.
Entre 2 y 4 euros el litro
“A nosotros lo que nos preocupa es que el precio sea el adecuado para ser viables, pero también que no sea demasiado alto para que los consumidores no dejen de comprar aceite de oliva. No nos interesa a menos de dos euros el litro ni a más de cuatro”, precisa.
La producción de Dcoop en la última campaña (acabada en octubre) rondó las 160.000 toneladas de aceite y de cara a la próxima (que ya ha comenzado) espera aumentar a unas 200.000 toneladas, aun así “muy por debajo” de las cantidades obtenidas en ejercicios anteriores.
De cara a 2021 también se prevé una mejoría de los precios, debido en parte a que otros países productores tendrán cosechas “mucho más cortas” y a que los llamados “enlaces” -el aceite excedente que se almacena cuando la producción supera la demanda- han bajado del entorno de las 700.000 al medio millón de toneladas por el aumento del consumo asociado a la pandemia.
Luque subraya que las exportaciones en 2020 fueron “muy bien” por este incremento generalizado del consumo en el mundo -con más ventas en supermercado y menos en hostelería-: mientras que en España la subida se sitúa cerca del 5 %, en Estados Unidos crece por encima del 15 %.
Más importación por el arancel de EEUU
El presidente de Dcoop admite, no obstante, que en 2021 todo dependerá del impacto económico de la pandemia: “Nos preocupa un poco cómo evolucionará el consumo de aceite de oliva en los países con un poder adquisitivo más bajo, también en España“.
La evolución de las exportaciones fue positiva pese al arancel impuesto por EE.UU. al aceite de oliva envasado de origen español -de un 25 % adicional-; para sortearlo, Dcoop se valió de su acuerdo con la firma norteamericana Pompeian que le permitió mandarlo a granel, y también envió aceite de origen portugués embotellado en España.
De hecho, el sector ha vivido con polémica el fuerte aumento de las importaciones registrado este año, ya que las aceiteras nacionales han comprado producto de terceros países para envasarlo en España con sus marcas y mandarlo a EE.UU. sin arancel.
“No se podía permitir que el esfuerzo durante años hecho por muchas marcas españolas desapareciera, era vital conservar nuestra cuota allí. Si hubiéramos perdido esos clientes ahora habría sido muy difícil recuperarlos; cuando no haya aranceles ese aceite volverá a ser español“, defiende Luque.
Política de compras
El presidente de Dcoop lamenta la “demagogia” de quienes critican a las aceiteras por seguir esta estrategia, e insiste en que la clave para el sector pasa por que el consumo de esta grasa aumente en todo el mundo -frente a otras como el aceite de girasol, colza, palma, etc.- y por que las empresas ganen tamaño y sean más grandes.
Luque siente que el proyecto impulsado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía para crear un grupo comercializador de aceite de gran tamaño no hayan fructificado, y por ello se declara ahora más interesado en crecer no tanto en producto a granel sino en envasado.
“Entre Mercaóleo (España) y Pompeian (EE.UU.) queremos estar en unos 140.000 toneladas de aceite envasado y buscamos una fórmula para llegar a las 170.000 o 180.000. Si para conseguirlo necesitamos comprar aceite de fuera, lo haremos. Por eso es más factible que nos planteemos alguna operación corporativa dirigida a complementar nuestra actividad industrial de envasado y abrir nuevos mercados que en agrupar más cooperativas”, razona.
