Tras sucesivos retrasos que han prolongado su construcción durante casi un lustro, Disney ha inaugurado esta mañana su séptimo parque temático en Shanghái, la ciudad más poblada de China.
Bautizado con el nombre de Complejo Disney Shanghái, este nuevo parque es el más pequeño de cuantos la compañía tiene repartidos por el mundo, si bien su castillo es el más alto de todos.
El parque -controlado por una empresa mixta en la que también está integrada, en un 57% por el conglomerado de empresas estatales Shendi- está concluido solo en su primera fase, para cuya construcción se han invertido hasta el momento 5.500 millones de dólares. Esta fase inicial se extiende sobre un área de 1,16 kilómetros cuadrados; superficie a la que se suman otros 2,74 kilómetros cuadrados de aparcamientos y zonas de hostelería.
Disney con marcado carácter asiático
Aunque el parque mantiene el espíritu original de Disney, la entrada de capital chino se deja notar también en aspectos como la gastronomía, que en este caso tiene un marcado estilo oriental. Además, determinadas zonas temáticas están inspiradas en el imaginario del país asiático e, incluso, uno de sus hoteles adopta la forma de un ocho, número de buen augurio en la cultura china.
Si en 2009 se hablaba de que el proyecto podría atraer unos 7 millones de visitantes al año, ahora Disney espera acoger hasta 15 millones. De momento, casi todas las entradas desde hoy hasta septiembre están ya vendidas.
Tal es la expectación que esta inauguración ha despertado en la zona que cerca de un millón de personas ya han visitado los alrededores del parque desde que el metro local llegó hasta el recinto en abril pasado.

El lado oscuro
La afluencia de público fue especialmente masiva durante la semana vacacional del Primero de Mayo, por lo que las autoridades locales llegaron a publicar una guía de buenas maneras para los visitantes del parque. Entre las recomendaciones realizadas se instaba a depositar los desechos en las papeleras, a no destrozar las instalaciones, a no amenazar la integridad de jardines y árboles, a respetar las colas y a mantener el decoro (después de que imágenes de redes sociales mostraban a niños haciendo sus necesidades en el césped, ayudados por sus familiares).
Además, para construir el parque ha sido necesaria la reubicación forzosa de más de 2.000 familias de cuatro poblaciones, así como de 297 empresas y de más de 1.200 tumbas de un cementerio local, que tuvieron que ser trasladadas en 2011 con una compensación económica para las familias de 300 yuanes por cuerpo exhumado (40 dólares entonces).
A eso se sumó en septiembre pasado el cierre adicional de 153 empresas contaminantes cercanas.
Al margen de este parque, Disney gestiona otros dos complejos temáticos en Florida y California –conocidos como Walt Disney World Resort-; uno en Japón, el Tokyo Disney Resort, uno en Francia, el Disneyland Resort París; uno en Hong Kong, el Disneyland Resort, y un crucero que recorre el Caribe, el Disney Cruise Line 2.