El Agarve, en el sur de Portugal, sigue mejorando sus cifras de pernoctaciones. Para continuar, su oferta tradicional -de sol, playa y golf- se refuerza con experiencias en las que la gastronomía, la naturaleza y la cultura ganan puntos. Es el Algarve desconocido.
La región consiguió aumentar en un millón el número de pernoctaciones en 2013, pero no quiere quedarse ahí. El presidente de Turismo de Algarve, Desidério Silva, explicó a Efetur en el marco de la Feria Internacional de Turismo, Fitur, que sus principales emisores son los viajeros europeos de países como Gran Bretaña, Alemania o Países Bajos, pero quieren intentar seguir atrayendo al turismo de proximidad que pasa, por supuesto, por España. En estos momentos, andaluces, extremeños, gallegos y madrileños son los que más se acercan al Algarve.
Y ¿qué es lo que ofrece el Algarve? En verano “las playas, magníficas y muy premiadas”, subraya Silva. No en vano, en 2013 el Algarve recibió el premio al mejor destino de Playa de Europa en los World Travel Awards. Pero además de las interminables playas de arena fina mirando al Atlántico, esta región “se complementa con naturaleza, patrimonio cultura y, sobre todo gastronomía”, resalta Silva. En su mente, un mensaje claro, “el Algarve es para todo el año”. El clima, con unos 300 días de sol al año y la relación calidad-precio son otros de sus atractivos.
Muchos amantes de la naturaleza podrán disfrutar en esta tierra del espectáculo de los almendros en flor. Otro reclamo verde, descubrir a pie la costa del Algarve a través de algunas de las etapas de la Ruta Vicentina. Este itinerario es una red de 340 kilómetros de caminos que discurren por la escarpada costa. Es una ruta que parte de Santiago de Cacém, en el Alentejo, y acaba en Sabres. Pronto se integrará en uno de las grandes rutas de Senderos y Caminos, que conectarán San Petesburgo con Sagres.
A pie o en bici se puede cruzar el Algarve. A través de la Ecovía también se puede llegar de la frontera con España, en Villareal de San Antonio, al Cabo de San Vicente, con playas blancas en el Sotavento y acantilados en la de Barlaevento.
El océano Atlántico abierto se convierte también en un lugar único para practicar deportes acuáticos. El surf se vive en Portugal con gran entusiasmo pero, debajo de las olas, hay muchos tesoros por descubrir. Los buceadores tienen como aliciente la iniciativa Ocean Revival, en Portimao. Se trata de cuatro buques de guerra de la misma armada que se hundieron frente la costa lusa y que, años después , han formado un arrecife artificial único en el que proliferan la flora y la fauna marinas.
Los sabores del Algarve
El buen comer es otro de los fuertes de esta región. Silva destacó los frutos del mar “especialmente ricos por las particularidades de las aguas del Atlántico”, pero del interior, destacan los platos de cuchara “muy vinculados a las raíces de nuestra tierra”. Cocidos de col, arroz, judías o maíz, aderezados con carne de cerdo, tocino o embutidos conquistan a los viajeros por el paladar, sin olvidar los vinos, con los que el maridaje con los productos de la tierra logra un maridaje sin parangón.