Pekka Pesonen. Foto: Serge Marteaux / cedida por Copa-Cogeca.

Pekka Pesonen. Foto: Serge Marteaux / cedida por Copa-Cogeca.

ENTREVISTA

Pesonen (agricultores europeos): “nos hemos hecho más dependientes de las subvenciones”

Publicado por: Por Sarantis Michalopoulos (EA.com) y Fernando Heller (EuroEFE) 23 de febrero de 2017

Pekka Pesonen, secretario general de la asociación de cooperativas de agricultores y ganaderos europeos (Copa-Cogeca), considera que una parte considerable de los productores se ha hecho excesivamente dependiente de las subvenciones de la Unión Europea (UE).

En una entrevista con el portal EurActiv.com,  socio de EFE,  opina que esta situación es una “gran desventaja” para el sector.

¿Teme que el auge del populismo y la extrema derecha en toda Europa tengan un impacto directo en el comercio de productos agrícolas de la UE?

En primer lugar, es de interés de todos garantizar que esas políticas comunes, en especial, en agricultura, funcionan de verdad. Ese es el meollo de la cuestión porque todavía en Europa seguimos vendiendo la mayor parte de nuestros productos a los consumidores europeos. Son los consumidores quienes deben pagar por el valor añadido que desean, especialmente en la UE.

Por ello tenemos que elaborar una directriz política que produzca resultados, y en esto estamos de acuerdo con todas las partes interesadas en la cadena de valor de la UE: con las ONG y con el resto de actores, porque vemos el peligro del populismo que ya está afectando a las políticas comunes de la Unión Europea. Tienen que producir más resultados concretos, eso es un hecho.

Son los consumidores quienes deben pagar por el valor añadido que desean, especialmente en la UE.

En segundo lugar, si hablamos de comercio, me gustaría subrayar la importancia del factor de crecimiento porque, como sabemos, la población europea está envejeciendo. Estamos perdiendo nuestra cuota en el mercado general global en muchos sectores, en casi todos los sectores , debido a las circunstancias generales de reducción de la población. Cuando hablamos de este asunto también nos referimos a un tema de inversión. Por todo ello, estamos muy interesados en las exportaciones agrícolas, porque sabemos que podemos aportar un producto con valor añadido en ese terreno concreto, un producto europeo de alta calidad que tenga interés para los consumidores europeos.

Y por ello, el factor clave, al asunto fundamental para nosotros es que cuando negociemos acuerdos comerciales con terceros, nos fijemos objetivos comerciales específicos, no simplemente acuerdos de libre comercio con visión a corto plazo. Porque tampoco nuestros socios comerciales lo quieren. Se trata de un comercio basado en reglas, y en reglas justas.

Y por eso tenemos tanto interés especialmente en el acuerdo con Canadá (CETA), en el acuerdo comercial transatlántico con Estados Unidos (TTIP, cuyo futuro parece ahora muy comprometido bajo la presidencia de Donald Trump), en el acuerdo con Japón, para poder ser socios en pie de igualdad, en especial en temas de seguridad alimentaria. En eso hay bastante potencial. Estamos convencidos de que el CETA es un buen comienzo. No es un acuerdo perfecto en todo; vemos algunos peligros en el tema de carnes de vacuno y cerdo, por ejemplo.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, habla con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Cecilia Malmstrom, en imagen de archivo. EFE/EPA/FRANCOIS LENOIR / POOL
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, habla con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Cecilia Malmstrom, en imagen de archivo. EFE/EPA/FRANCOIS LENOIR / POOL

¿Qué le parecen las implicaciones geográficas de esos acuerdos comerciales?

Las implicaciones (por ejemplo con las “denominaciones de origen”) geográficas son una de las cuestiones más relevantes que la Comisión Europea logró introducir en el acuerdo (CETA). Es la primera vez que logramos que socios comerciales relevantes reconocieran las denominaciones geográficas como tales. Aunque no es un sistema perfecto.

El TTIP

¿Sienta eso un precedente para el TTIP?

Sí. Y por supuesto los estadounidenses no están de acuerdo, pero tienen que aceptar que tengamos cierta protección para los productos griegos con denomicación de origen, o para los españoles, italianos o incluso suecos o finlandeses.

Por supuesto, culturalmente hay variaciones entre los diferentes Estados miembros de la UE. Pero, en su conjunto, creo que tenemos un buen paquete sobre la mesa. También tenemos que garantizar una correcta implementación de ese paquete. Y con eso quiero decir que realmente necesitamos asegurar que esos estándares se respetan y que, por ejemplo, el acceso al mercado se organiza de manera tal que no se produce una gran distorsión, como la del mercado europeo del ganado vacuno. Y eso lo ha reconocido la Comisión Europea.

Si hacemos una comparación con la producción de carne de vacuno europea en ese segmento, la UE sólo produce dos terceras partes del total, unas 600.000 o 650.000 toneladas, y podemos decir que eso supone cerca del 50% del total cuando se trata de producción cárnica europea de alta calidad. Y el 10% de la carne de vacuno europea de alta calidad.

Vacuno de Carne. Aumenta la venta de terneros para cebo. Foto: Asoprovac.
Vacuno de Carne. Foto: Asoprovac.

Por eso necesitamos gestionarlo. Tampoco es que nos vayamos a cruzar de brazos después del acuerdo. Tenemos que garantizar que se aplica correctamente y que se hace un buen seguimiento.

Más allá del TTIP

Si finalmente el TTIP fracasa, ¿Se ha abierto ya el debate sobre la posibilidad de lograr acuerdos sectoriales en el sector agrario?

Si analizamos los estándares horizontales en todos los sectores, y nuestra manera de organizarnos en Europa respecto a la producción agrícola, esos objetivos y metas pueden alcanzarse mejor con un acuerdo global horizontal.

Será más difícil lograr un acuerdo sectorial. Por supuesto, ha habido algunos avances en el pasado, pero se han visto dificultados por el hecho de que no podemos lograr un acuerdo global sobre comercio. Hemos visto buenos ejemplos, no estoy diciendo que sea totalmente inútil.

Algunos asuntos son especialmente importantes para los consumidores europeos, entre ellos el bienestar de los animales, o los problemas del medio ambiente.

Pero en general podemos decir que los objetivos se lograrían con mayor eficacia si tuviéramos un panorama de todas las formas europeas de producción y de las maneras estadounidenses de producción, y -en general- de las formas de producir de todos aquellos que quieran negociar con nosotros (la UE). Entonces podríamos decidir en base a eso. Por el momento damos prioridad a un acuerdo comercial multilateral porque creemos que será mejor para la agricultura europea en general si conseguimos normas de seguridad más exigentes.

Imagen de un cultivo: Foto: Archivo: EFE.
Imagen de un cultivo: Foto: Archivo: EFE.

Hablaríamos de seguridad y sobre algunos asuntos que son especialmente importantes para los consumidores europeos, entre ellos el bienestar de los animales, o los problemas del medio ambiente. Todo ello tendría probablamente mayor relevancia en un acuerdo multilateral, respecto a uno bilateral. Y, por otro lado, cuanto más cierres el foco (el ámbito de competencia), en relación con los acuerdos sectoriales, las cosas se complican más y más.

Nuevos mercados

¿Cómo valora los esfuerzos de la Comisión para abrir nuevos nichos de mercado para las exportaciones agrícolas de la UE?

Nos decepcionó mucho cuando Rusia impuso el embargo a la UE hace más de dos años, pero pensamos que encontraríamos mercados alternativos para nuestros productos de alta calidad. Y eso es lo que, en gran medida, ha sucedido.

Lamentablemente, debido a que fue una acción repentina (la imposición del embargo ruso) nos llevó tiempo encontrar nuevos mercados. Y claramente los beneficios que hemos logrado no han sido todo lo elevados que hubiésemos querido. Hemos constatado un fuerte aumento de nuestras exportaciones a pesar del embargo ruso y ninguna bajada drástica o recorte.

Hemos constatado un fuerte aumento de nuestras exportaciones a pesar del embargo ruso y ninguna bajada drástica o recorte

El gran signo de interrogación es si este patrón de comportamiento se mantendrá. Tenemos que comerciar, tenemos que seguir exportando, pero hasta cierto punto estamos obligados a conquistar esos nuevos mercados de exportación con precios competitivos. 

Embarque de cítricos para la exportación. EFE ARCHIVO/ DOMENECH CASTELLO
Embarque de cítricos para la exportación. EFE ARCHIVO/ DOMENECH CASTELLO

Por eso tenemos que bajar los preciosY por supuesto esa reducción de precios ha sido, en gran medida, sufragada por los agricultores. Por ello, la renta agrícola ha bajado en 2016 en comparación con 2015, un año que ya fue difícil.

Por ello, la misma tendencia se comprueba para la renta agraria de la UE, al tiempo que las exportaciones en realidad han mantenido su ritmo al alza. Por otro lado, las importaciones se han mantenido estables. En ese sentido, el superávit se mantiene en el rango de 14.000-16.000 millones de euros anuales. Somos exportadores netos en el sector agroalimentario, lo cual demuestra que la UE hace una gran contribución al equilibrio general de la balanza comercial comunitaria. Por ejemplo, las exportaciones en Francia han crecido.

Las exportaciones agroalimentarias se sitúan justo después de la industria aeronáutica, con lo cual el sector es robusto. Eso también se refleja a escala europea. Nos satisface comprobar que algunas características específicas de nuestros productos, por ejemplo del sur de Europa, se han hecho populares en terceros países. Creo que cuando logramos entrar en nuevos mercados debemos asegurarnos que algunos de esos beneficios también repercuten favoralemente en el sector agrícola. Los agricultores son los primeros productores de alimentos.

Las relaciones políticas, claves para el comercio

En el terreno político hay un acercamiento entre Washington y Moscú, lo que podría traducirse en un levantamiento de las sanciones contra Rusia. ¿Cree que se trata de una oportunidad para el sector agrícola y ganadero de la UE?

Estamos muy decepcionados por el hecho de que el sector agrícola europeo esté pagando por los vaivenes de la política internacional. No obstante, por supuesto, en esto tiene que ver el actual contexto político, especialmente con la situación en Crimea, en el Este de Ucrania, y con las relaciones entre los países de la UE, también con el gobierno de Rusia y de Estados Unidos. Por supuesto, durante la campaña electoral en Estados Unidos se produjeron declaraciones que levantaron ampollas, pero ahora parece que habrá una continuidad del compromiso político (de EE.UU) con la UE y la OTAN. Por eso, creemos que desde el punto de vista político no habrá muchos cambios porque hay muchos asuntos sensibles para todos, incluida Rusia.

Estamos muy decepcionados por el hecho de que el sector agrícola europeo esté pagando por los vaivenes de la política internacional.

No soy un experto en política internacional, pero desde luego esperamos poder levantar las sanciones rusas, o que las levante el gobierno federal ruso. Parece que también usan esa justificación para construir sus propias capacidades productivas. No obstante, tenemos confianza en que los productos europeos de elevada calidad cumplirán sus objetivos en el mercado. Desde nuestra perspectiva, no vemos motivos para que no se levanten esas sanciones. Es un tema político.

El futuro de la PAC para los agricultores

¿Cómo debería ser la Política Agrícola Común (PAC) después de 2020 para ser competitiva, sostenible desde el punto de vista medioambiental y, al mismo tiempo, rentable para los agricultores?

Es muy difícil. Hay muchos retos sobre la mesa. El primero es que cuando analizas las rentas agrarias, y miras el porcentaje real de lo que supone el pago directo y el apoyo de la PAC en la cantidad final de lo que reciben los agricultores, el neto final que queda demuestra que somos bastante dependientes de la ayuda, y eso es algo que conviene no olvidar.

Una mujer compra en un supermercado. Foto: EFEAGRO.
Una mujer compra en un supermercado. Foto: EFEAGRO.

Eso no nos gusta. Preferiríamos poner el foco en el mercado y obtener nuestros beneficios de lo que nos paguen unos consumidores satisfechos, más que de unos contribuyentes reacios a pagar impuestos. Pero esa es la realidad. Esto es así desde hace 15 o 20 años. Nos hemos hecho más dependientes (de las subvenciones). Es una gran desventaja para el propio sector agrícola. Por supuesto hay muchos agricultores que trabajan media jornada, y eso es algo que también hay que tener en cuenta.

También sabemos que la PAC pasa por el compromiso entre Estados miembros, y muchas de sus decisiones están basadas en la financiación de la UE. Y, como saguramente saben, la última ronda de negociaciones acabó en una aplicación de la PAC a nivel nacional claramente diferenciada.

Así que podemos decir que hay una política europea agrícola común (PAC) para 28 (27 cuando se produza el Brexit, o salida de Reino Unido) que se aplica de 28 maneras distintas. Es un reto importante para nosotros. Creo que el desafío más importante que debemos abordar en lo inmediato es la volatilidad del mercado. Pero la pregunta es ¿cómo podemos organizar eso de manera eficaz a nivel europeo para garantizar que los agricultores se interesan en usar, por ejemplo, herramientas de gestión de riesgos que la Comisión Europea está planeando?

En ese sentido tenemos una gran tarea por delante, sobre todo para asegurarnos que adquieren una mayor resiliencia (resistencia) frente a la volatilidad del mercado, al tiempo que necesitamos mantener nuestros métodos de producción sostenible y, en algunos casos, el muy importante tejido social que la comunidad agraria y los agricultores proporcionan a sus comunidades locales.

Creo que todos estamos de acuerdo en que la agricultura europea no puede industrializarse completamente, pero el asunto central es: ¿Cómo podemos lograr que el relativamente pequeño tamaño de una explotación ganadera promedio en Europa pueda proporcionar oportunidades de trabajo sostenibles para una familia de agricultores? Creo que ese es el elemento clave.

Hay algunas oportunidades para, por ejemplo, reforzar la posición de los agricultores en la cadena de alimentación, obtener más beneficios del mercado, establecer nuevas cooperativas y sumar fuerzas con otros agricultores porque son demasiado pequeños para tener un impacto de mercado individualmente. Creemos que hay una buena posibilidad para promover productos europeos de alta calidad.

Las claves del futuro

¿Cómo ve la aplicación de la agricultura de precisión en la nueva PAC?

Pensamos que la agricultura digital (o de precisión) es una combinación de varias tecnologías y factores económicos, además de la participación de los consumidores. Cuando hablamos de agricultura digital, pensamos en una producción mayor y más eficaz gracias a las nuevas tecnologías. También tenemos que analizar lo que está produciendo el mercado, para que las especificaciones del producto cumplan con las normas de uso eficaz de recursos naturales. Ese será probablemente el verdadero carácter de la agricultura digital. Se trata de enfocar la agricultura y el proceso de cultivo teniendo en cuenta las demandas del mercado y las preferencias de los consumidores.

Dron en aguacates de Florida
Imagen cedida por la Universidad de Florida (FIU) de un dron utilizado para la detección de aguacates con hongos. iFoto: EFE/FIU

Necesitamos inversión. Por eso hemos estado tan activos últimanente abogando por un “Fondo Europeo” para inversiones estratégicas. Está disponible para el sector agrario, especialmente en los países de Europa central y oriental, donde la infraestructura está muy atrasada. Pero también en los Estados miembros (de la UE) constatamos varios cuellos de botella en, por ejemplo, la capacidad de almacenamiento para algunos cultivos.

Normalmente, para las proteaginosas estamos demasiado a menudo sometidos a los vaivenes del mercado. Tenemos que mejorar nuestra resiliencia.

Por ello, la agricultura digital no trata sólo de equipos específicos, por ejemplo, para la gestión del agua, con sistemas de goteo, entre otros. También se trata de asegurarnos que se realiza un buen análisis sobre, entre otros, los cultivos comestibles que se necesitan.

Necesitamos poder contar con suficientes herramientas para, por ejemplo, productos para la protección de las plantas. Debemos tener infraestructuras disponibles cuando tengamos una buena cosecha de proteaginosas, para poder colocarlas en el mercado, en un mercado que pague por esos productos.

En nuestra opinión, la agricultura de precisión tiene que estar muy enfocada al mercado. Tiene que utilizar de manera eficaz nuestras importaciones y recursos naturales, pero también usar nuestra capacidad de transformación de recursos de la manera más eficiente posible, para sacarle el máximo provecho.

Energías limpias

¿Cómo ve la propuesta de la Comisión Europea para el uso de energías renovables en el sector del transporte después de 2020?

Bueno, en primer lugar no se puede empezar la casa por el tejado. Tienes que empezar poniendo los cimientos. Y, especialmente cuando se trata de analizar esos objetivos para la sostenibilidad del sector del transporte, tenemos que asegurarnos que nuestra voz se tendrá en cuenta.

Sin duda, vemos que ahí hay oportunidades. Hemos hecho algunas inversiones en ese sentido. Estamos hablando de muchos millones de toneladas de materias primas o de los combustibles que producimos. En gran medida esto proporciona un subproducto para el sector agrícola, especialmente en el terreno de las semillas oleaginosas y de los biocombustibles derivados de cultivos agrícolas, en los cuales contamos con un subproducto rico en proteínas para alimentación animal. Eso es muy importante para nosotros porque podemos lograr un suministro a partir de cultivos obtenidos según las normas de la PAC.

Aunque eso es muy importante, parece que la Comisión Europea lo ha dejado al margen. Producimos millones y millones de toneladas de buenas proteaginosas para alimentación, y creemos que también merecen tenerse en cuenta.

Y por supuesto no tenemos nada en contra de los biocombustibles de segunda generación, estamos muy satisfechos de esos progresos. Pero la realidad es que, de momento, seguimos siendo dependientes del combustible líquido. Y no se pueden alcanzar las metas de una agricultura sostenible si no tienes la suficiente disponibilidad de biocombustibles: desde nuestro punto de vista, el objetivo mínimo sería de un 3,8% sobre el total.

Para saber más:

Copa-Cogeca

Texto del CETA

DG Agricultura (Comisión Europea)

Denominaciones de origen geográficas en el TTIP