La tradición del crisantemo no está reñida con la demanda de variedades más sofisticadas y nuevas composiciones florales
Las floristerías viven estos últimos días de la campaña de Todos los Santos de manera frenética, no en vano esta festividad representa, cada año, la de mayor venta de flores en España y en la que la tradición (crisantemo) no está reñida con la demanda de variedades más sofisticadas y nuevas composiciones florales. La Asociación Española de Floristas (AEFI) resalta que el día de Todos los Santos concentra la mayor venta de flores en España, “superando la facturación de otras fechas de la agenda floral como San Valentín o el Día de la Madre”, con excepción de Cataluña, cuyo día grande lo constituye la celebración de Sant Jordi.
Los floristas confían en que este año, al igual que en años anteriores, la comercialización sea estable y calculan unas previsiones de venta en el mercado nacional de en torno a 110 millones de euros durante esta campaña.
Estabilidad que se mantiene, sobre todo, por la gente de mayor edad que es la que tiene más arraigada esta tradición, si bien también los jóvenes, que han heredado de sus familias esta costumbre, dan continuidad a la misma, aunque con ligeros cambios en cuanto a preferencias florales.
Esta festividad se celebra y practica con mayor afluencia en los pueblos o núcleos poblacionales más pequeños, lo que incide en la demanda de variedades y composiciones florales, mientras que en las grandes ciudades, con algunas excepciones, estos días se viven con más tranquilidad.
Ese es el caso de “Garciflors Floristes”, ubicada en Sabadell (Barcelona) una de las grandes urbes de Cataluña, si bien floristerías de núcleos poblacionales más pequeños como “Floristería Valenciana”, en Teruel, lo vive con más ajetreo.
Cambio de costumbres
Estos establecimientos, asociadas a AEFI, han detallado a Efeagro que el cambio generacional, las migraciones, la festividad en las grandes urbes o en el mundo rural y la modificación en los ritos funerarios están transformando los trabajos de las floristerías.
Sergi González, que regenta “Garciflors Floristes” y que, además es profesor de arte floral, apunta que estos días, en su establecimiento, el 80 % de los pedidos son de flor artificial, de tela o de látex, que imita casi a la perfección la flor natural y que no hay que confundir con las de plástico, de peor calidad, vendidas en los bazares orientales.
González explica además que la flor artificial bien trabajada, con originales composiciones, es una opción perfecta para aquellos que tienen a sus seres queridos en camposantos lejanos a sus lugares de residencia -Sabadell acogió a muchos trabajadores de autonomías como Andalucía o Murcia- y que no tienen la posibilidad de retirar la flor natural una vez que se ha marchitado.
Maribel Marco, propietaria junto a su marido de la turolense “Floristería Valenciana”, apunta que, sin embargo, en su zona las preferencias para Todos los Santos pasan por la demanda de la flor fresca para depositar en “los panteones, nichos o columbarios” que “se dejan relucientes para este día” y la artificial queda para el resto del año.
La flor asociada a esta festividad es el crisantemo, pero también se demandan otros tipos de flores como la rosa, la margarita, el gladiolo, el clavel e incluso el anthurium, la orquídea o la strelitzia.
Crisantemo e innovación

El crisantemo sigue siendo uno de los productos de “masa”, aunque la tradición cambia y ya no se vende en el mismo porcentaje que en temporadas anteriores; cede posiciones a la rosa y a otros productos más caros como anthurium, orquídeas o lilium, explica Juan Daniel Marichalar, mayorista de flores y plantas en Santa Cruz de Tenerife.
Es el público más joven el que se decanta por la innovación en lo que respecta a las clases de flores, apuntan desde AEFI. Marichalar añade al respecto que, aunque la elección del crisantemo pasa porque es una flor de una alta durabilidad, en la festividad de Todos los Santos, al hacer una temperatura más fresca, los clientes se inclinan también por otros productos más selectivos.
Este mayorista, que también cuenta con un puesto de venta directa de flores cerca de un cementerio, apunta que la clientela se acerca los días previos o incluso el mismo día de la festividad con la tarrina o maceta que tienen en el nicho para que su florista de confianza “les haga la decoración floral”.
El profesional, señala Marichalar, “hace el arreglo floral con mucho cariño, porque son días que la gente acude al cementerio con el corazón y ahí está también nuestra profesionalidad, la de ofrecer un producto que dure, fresco y de calidad”.
Las de plástico, no son competencia
A pesar de que estos días también hay tiendas con los escaparates repletos de flores de plástico, Marichalar asegura que “no son competencia”, opinión que comparte también González quien además precisa que una flor artificial de tela o látex puede ser incluso más cara que la natural.
El florista catalán, también profesor de arte floral, señala que para combinar las demandas de la gente que quiere flor natural, fresca, pero que no tiene la opción de acercarse después al cementerio a retirar las flores marchitadas “hacemos ramos o coronas con, por ejemplo, magnolia y cardo natural”.
También se utilizan, con la vista puesta al secado al aire libre, las siemprevivas, una planta muy sufrida, o el limonium que “mantienen su color, a pesar de que se sequen, no como el colorido de otras flores que terminan hacia tonalidades marrones”