La Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Andalucía (APROA) ha puesto en marcha 24 camiones personalizados para promocionar las bondades de las frutas y hortalizas de invernadero dentro del programa ‘CuTE’ (Cutivating The Taste of Europe) promovido por FruitVegetablesEUROPE.
La entrada de tomate marroquí, el solapamiento de producciones por las altas temperaturas o los precios de la distribución han marcado el inicio de la campaña de hortalizas, que ha registrado bajos precios y que se enfrenta al reto de mejorar su rentabilidad y competitividad.
Cree que ese es un objetivo clave para mejorar “mucho” su competitividad ante una competencia a nivel internacional “cada vez más dura”. El sector se enfrenta además ahora una crisis de bajos precios.
Paros y concentraciones en Almería, Granada y Málaga para denunciar la crisis “estructural” que sufre la actividad y su abandono por las distintas administraciones públicas.
Almería tiene capacidad para la superficie ecológica en invernadero. También cuenta con las condiciones necesarias. La apuesta por el control biológico hace ya más de diez años facilita la conversión. Además, la demanda en Europa se inclina por las hortalizas bio.
La superficie agrícola en regadío aumenta lentamente desde 2006 y a finales de 2016 alcanzó las 3.655.417 hectáreas. Los invernaderos, el olivo y el almendro con sistemas de riego fueron los cultivos que más crecieron el año pasado.
La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, aprovechó ayer unas jornadas técnicas para pedir a los productores, comercializadores y exportadores de hortalizas de invernadero que apuesten por las organizaciones de productores (OP) para ser ganar competitividad en Europa.
La Comisión Europea (CE) plantea un cambio en el sistema de derechos de emisión (ETS, por sus siglas en inglés) de gases de efecto invernadero. Las empresas europeas de fertilizantes señalan que esta modificación situará al sector en desventaja competitiva.
El Imida ha constatado que los materiales utilizados en las cubiertas de invernadero, con la formulación óptima para la transmisión de determinadas radiaciones, puede potenciar las características nutricionales del tomate.
El objetivo es reducir en más de 10 millones de toneladas las emisiones de dióxido de carbono. Los nuevos proyectos cuentan con una dotación de 15 millones.
