La venta de abetos naturales en España “despertará” esta Navidad, con unas expectativas de entre el 10 y el 20 % de incremento, y saldrá así del letargo provocado por la crisis, hasta el punto de que el aumento de la demanda presiona parte de las existencias previstas para vender el próximo año.
Las empresas constatan ya una mejoría de las ventas en la pretemporada, consecuencia de los encargos avanzados de comercios y asociaciones, y confían en que se mantenga este comportamiento, según han apuntado a Efeagro desde Mercabarna, uno de los mercados de referencia en la comercialización de este tipo de producto.
Tal ha sido la demanda que “nos ha estresado las reservas y tenemos problemas de stock“, ha explicado a Efeagro el presidente de la asociación Cultivadores de Árboles de Navidad Asociados de Cataluña (Canac), Albert Gallifa.
“El mercado nacional se ha despertado” esta campaña; “es la primera vez que da un salto cuantitativo importante para adelante”, según Gallifa.
De esta forma, árboles de entre 5 y 6 años, de los que se tenía prevista su venta en la Navidad de 2016 están saliendo ya para atender la demanda, ha precisado Galllifa, quien explica que habitualmente salen a la venta con una media de 7 años.
En este sentido, desde la Asociación de Viveristas de Girona apuntan que este año esperan superar la facturación de la Navidad de 2014, que fue similar a la de 2007, año a partir del cual el mercado nacional empezó a caer de forma estrepitosa hasta 2012, cuando empezó a remontar.

En Cataluña se concentra la mayor parte de los viveristas de árboles de Navidad de España, en concreto en la zona gerundense de Guilleries-Montseny.
Ahí se halla el punto productivo más al sur de Europa que, a pesar de estar dentro del denominado clima mediterráneo, cuenta con un subclima atlántico que favorece el crecimiento de las coníferas, entre ellas, la variedad “abies nordmanniana”, la más demandada para la Navidad, un árbol muy apreciado por su vistosidad, color y buena durabilidad de sus hojas.
En el periodo 2008-2011, según Mercabarna, hubo un fuerte caída de las ventas y los cultivadores redujeron las hectáreas de plantación.
Tras varios años de descenso de compras del mercado nacional, que “prácticamente absorbía el 100 % del producto, con alguna venta esporádica al exterior”, los cultivadores se vieron obligados a reducir la superficie productiva y a buscar mercados foráneos.
Las tímidas recuperaciones experimentadas a partir de 2012 volvieron a animar la venta, por lo que los productores empezaron a plantar de nuevo en grandes cantidades.
Sin embargo, tendrán que pasar entre 2 y 5 años para que vuelva a haber oferta suficiente de árboles para atender la creciente demanda del mercado nacional que este año, según Gallifa, se está desarrollando de forma extraordinaria.
Respecto al tamaño de los árboles, viveristas como Joan Tarrés, de Cultius de la Selva, detallan que la oferta de ejemplares de 1,25 a 1,8 metros se verá afectada por el fuerte calor de los meses de junio y julio, que “ha quemado” muchos de estos “árboles pequeños”.
Cataluña abarca en torno al 90 % de la producción, mientras que el restante corresponde al País Vasco que, también a consecuencia de la crisis, redujo la superficie plantada en los últimos años.
Hoy en día, tanto mercado interior, que hasta el comienzo de la crisis era el destino natural de esta producción catalana, como el de exportación, se reparten las ventas al 50 %, con Francia (por proximidad), Reino Unido e Italia, como principales países destino.

También salen partidas hacia destinos tan lejanos como Rusia, Turquía o Jordania, ha destacado Gallifa.
España se ha abierto hueco en grandes países compradores de abetos naturales de Navidad como Inglaterra (8-10 millones de árboles) o Francia (5 millones).
Los mercados exteriores, “muy exigentes” según las fuentes consultadas, valoran el producto, así como el precio, que “se mantiene en los mismos niveles de hace 5/6 años”.
No obstante, se prevé una “actualización” de los precios por el incremento de la demanda que está presionando las existencias, así como por la pérdida de parte de producción de este verano.