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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha solicitado a las comunidades autónomas que hagan un análisis detallado de la Política Agrícola Común (PAC) para evitar posteriores correcciones financieras en las ayudas.
En concreto, ha reclamado a las autonomías que basen las flexibilidades de determinados requisitos de la PAC en un análisis detallado de las condiciones climáticas de su territorio, para evitar esas posteriores correcciones financieras de la Comisión Europea (CE) que afecten a sus agricultores y ganaderos.
En una carta enviada este lunes a todos los consejeros del ramo, Planas ha recordado que el Plan estratégico de la PAC 2023-27 es fruto de “la gran diversidad” del territorio y del clima, que conforman la agricultura y la ganadería española con diversos modelos y “una extraordinaria riqueza de cultivos y producciones”.
Precisamente, “con el objetivo de tener en cuenta esta diversidad”, el plan estratégico recoge ocho prácticas posibles para optar a las ayudas de los ecorregímenes -por beneficios medioambientales-, adaptadas a los distintos usos del suelo.
Además, ha señalado que la normativa de desarrollo del plan “prevé diferentes flexibilidades para tener en cuenta las situaciones que puedan darse en las distintas zonas de España”.
Así, ha citado como ejemplos que los requisitos de los ecorregímenes pueden variar en función de si un pasto es húmedo o mediterráneo; o de si una tierra de cultivo es de secano o regadío.
Se establece también la posibilidad de que las comunidades autónomas, según las condiciones climáticas, puedan ajustar diferentes parámetros, como la carga ganadera o el porcentaje máximo de barbecho.
Planas ha subrayado en la misiva que “esta potestad de las comunidades autónomas es necesaria, a la vista de las grandes diferencias de condiciones climáticas en España, que dificultan la toma de decisiones a nivel nacional que satisfagan las necesidades de todo el territorio”.
Ha apelado al “conocimiento cercano y profundo de la realidad” sectorial y del territorio de los consejeros para que la decisión de aplicar “una o varias de las flexibilidades previstas en la normativa” se haga con “responsabilidad” y evitar que sus decisiones “puedan conllevar correcciones financieras” para la autonomía.
“A la hora de adoptar una decisión” es “importante” que se haga en base a un “análisis detallado de las condiciones climáticas” de la comunidad autónoma, con información detallada sobre si la situación es uniforme en todo el territorio o afecta del mismo modo a todas las producciones.

El objetivo es “delimitar, de forma clara, las zonas en las que es necesario aplicar estas flexibilidades”, sin que supongan un desvío en el cumplimiento de los objetivos medioambientales y recogidos en el Plan estratégico, que serán fiscalizados por la CE.
Por ello, ha recomendado a las comunidades autónomas que empleen indicadores objetivos en los informes en los que amparen sus decisiones, los cuales deben quedar a disposición de los procedimientos de fiscalización del gasto, particularmente “importantes por tratarse de fondos comunitarios”.
A este respecto, ha recordado que las consecuencias financieras que pudieran derivarse del recurso indebido a las flexibilidades deberán ser asumidas por la comunidad autónoma.
“Los agricultores y ganaderos deben contar con la estabilidad necesaria a la hora de tomar decisiones”, ha señalado el ministro, puesto que las flexibilidades son “ajustes puntuales a lo largo del periodo” de aplicación de la PAC y deben adoptarse con “responsabilidad”, según Planas.