Cada vez hay más consumidores que deciden apostar por las dietas basadas en proteínas vegetales y reducir su consumo de carne. España, con los tradicionales jamón y chorizo como algunos de sus principales atractivos gastronómicos, también se suma a este fenómeno, con la juventud como aliada.
El socio y director de innovación del “hub” de conocimiento The Valley, Juan Luis Moreno, explica a Efeagro que el sector alimentario “está cambiando a pasos agigantados”, ya que los usuarios son más conscientes de que hay que llevar una alimentación más saludable y han visto “cómo la producción de alimentos está impactando en el cambio climático” y en los animales.
Esta apuesta por una mayor ingesta de proteínas vegetales y la investigación para generar carne “cultivada” o “ética” (producida en laboratorio sin necesidad de sacrificar a un animal) lideran actualmente una de las mayores tendencias a las que se enfrenta la industria alimentaria mundial.

Sobre el consumo de proteínas vegetales, Moreno insiste en que “se está investigando mucho” para que esta clase de nutrientes sean consumidos sin que el comprador llegue a echar de menos el sabor de un filete o de una hamburguesa: “sabor a carne, pero hecho con proteína vegetal”.
“¿(Esta nueva tendencia) va a acabar con la industria cárnica o con la agricultura?”, se pregunta el director de innovación.
Su respuesta es “no”, aunque reconoce que estas nuevas demandas gastronómicas van a exigir un cambio en la agricultura y la ganadería tradicionales.
“La industria tradicional tiene que repensar su portafolio de productos o cómo son sus procesos para competir en este nuevo entorno”, razona.
El valor de las proteínas animales
Ante la duda de si las proteínas animales se enfrentan a su fin como integrantes de la dieta humana, desde el Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), el doctor Francisco Pita aclara que las proteínas animales son “de alto valor biológico”.
“La proteína en sí misma es inmejorable. El ser humano necesita proteínas, y las mejores son las de origen animal”, asegura Pita, quien recuerda que estas deben ir acompañadas de una “buena complementación de proteínas vegetales (como arroz y legumbres)”.
Sin embargo, resalta que la proteína animal “forma parte de un alimento con otros nutrientes que pueden no ser tan beneficiosos, como, por ejemplo, la grasa”, que puede ser perjudicial para un paciente con sobrepeso u obesidad.
Por otra parte, una persona que sólo consuma proteínas vegetales, “si realiza una buena complementación y no tiene ninguna otra enfermedad, no debería tener ningún problema grave de salud por déficit proteico”, como puede ser la falta de vitamina B12, vitamina D o de hierro.
Incluso la carne “cultivada” tiene sus pegas a la hora de ser consumida, ya que “depende de la composición” para que ese producto tenga el mismo valor biológico que un filete obtenido de un animal vivo o incluso mejores efectos, explica el endocrinólogo.
De momento, sí considera la carne de laboratorio como apta para el tratamiento de pacientes con desnutrición, aunque “queda por estudiar si en personas sanas algo similar sería coste-eficaz”.
Tendencias vegetarianas
La revolución alimentaria de los “veggies” (vegetarianos, flexitarianos y veganos) ha logrado el apoyo de uno de cada 10 españoles hasta comienzos de 2019, según el estudio “La revolución verde” de la consultora Lantern.
El informe refleja que este movimiento no tiene edad, ya que los defensores de esta dieta representaban a un mínimo del 8% en todos los segmentos etarios.
Sin embargo, el porcentaje subía a los 15 puntos si se analizaba el grupo que comprendía a los consumidores de entre 18 y 24 años.
Tanto si se quiere optar por hamburguesas de la popularmente llamada “carne vegetal” como si no quieren retirar la carne de su dieta, la restauración española no se ha quedado atrás en la alimentación saludable.
Por una parte, han aparecido restaurantes como “Honest Greens”, cadena que ofrece una dieta con “filosofía vegetal” -pero no por ello únicamente vegetariana- en Madrid, Barcelona y Lisboa.
“Servimos proteínas animales en una porción un poco más pequeña que muchos restaurantes, pero la acompañaremos con un sinfín de opciones de porciones generosas de verduras”, expone el chef y cofundador de la cadena, Benjamin Bensoussan.
Por otra parte, existen empresas como Foods for Tomorrow que han decidido apostar por la “carne vegetal”, un producto formado por proteínas vegetales que venden en modalidades con sabor a pollo o ternera y que ya distribuyen en cadenas como Eroski, El Corte Inglés y Carrefour.
El co-fundador de este proyecto, Bernat Añaños, asegura que han logrado una “respuesta del mercado español increíble”, ya que sus ventas se han multiplicado “exponencialmente” en tres años.
“Cada vez es más la gente que piensa en la huella ecológica de nuestras acciones. Esto hace 5 años era una utopía”, asegura Añaños, quien defiende que al comer menos carne se protege mejor al planeta, los animales y la salud.