Así lo adelanta en una entrevista con Efeagro el presidente de la interprofesional de las palmípedas grasas (Interpalm), Enrique de Prado, quien aprovecha para expresar su intranquilidad ante los focos de gripe aviar detectados en el norte de Europa y que han llevado a España a elevar el nivel de vigilancia en sus granjas.
Se trata de un sector que factura al año algo más de 54 millones de euros (el 90 % en el mercado nacional) y cuenta con un parque superior al millón de patos, con el que produce más de 600 toneladas de producto (cuarto a escala europea).

PREGUNTA: ¿Cómo está afectando la pandemia a vuestro sector?
RESPUESTA: Está viviendo una situación difícil, como todos los que están muy orientados a la restauración y a la hostelería; nuestro sector factura sobre el 70 % de sus ventas en el canal Horeca.
La situación fue muy complicada al principio de la pandemia y se relajó un poco durante los meses de verano, pero ahora con el cierre de este canal tan importante para nosotros nos encontramos en dificultades máximas otra vez.

P: ¿Y la exportación?
R: También se encuentra muy estancada y eso para nosotros es importante porque el 10 % de nuestras ventas se destina al mercado exterior, básicamente terceros países, donde el foie gras español cada vez ha sido más apreciado en los últimos años.

P: ¿Habéis recibido apoyo desde las administraciones?
R: Hasta la fecha no hemos recibido nada, y por eso les pedimos un poco de ayuda, si es económica mejor, pero sabemos que es muy complicado que eso ocurra.
Lo que sí demandaríamos es comprensión en los trámites laborales y otras gestiones administrativas y, sobre todo, que nos ayuden en la agilización de nuevas aperturas de mercados exteriores; es lo que más podría ayudarnos a aliviar la situación que vivimos.

P: ¿Se han producido cierres de granjas o industrias?
R: Por ahora no ha habido ningún cierre entre nuestros miembros, pero no quita para que la situación sea complicada y ahora más con el cierre de nuevo de la hostelería; nos lo vamos a jugar todo a lo que ocurra en Navidad, un mes muy importante para nosotros.

P: ¿Y cómo se presenta esa campaña de ventas navideña?
R: Es de una total incertidumbre porque no sabemos cómo estará la restauración, ni si se podrán juntar grupos de más de seis familiares, lo cual nos genera también a nosotros una gran preocupación y nos dificulta en gran medida la planificación; es un problema en nuestra actividad que siempre está tan organizada.

P: España, al igual que Francia, ha elevado el nivel de alerta por focos de influenza aviar en países del norte de Europa, ¿teméis la llegada de algún caso?
R: La producción de patos para foie gras se hace en un 90 % al aire libre y, por lo tanto, la gripe aviar nos preocupa siempre. Por eso, hace ya tres años pusimos en marcha un manual de buenas prácticas de bioseguridad que implementamos en nuestras granjas y que hemos auditado en todas las explotaciones de las empresas que forman parte de la interprofesional.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está siguiendo los protocolos para estos casos y ya hemos pedido a nuestros asociados que extremen, aún más, las precauciones, pero estamos preocupados.
Cuando ocurren este tipo de alertas en países del norte de Europa tenemos que estar más atentos, si cabe, a lo que allí pase, y tengo que reconocer que estamos intranquilos pero preparados para lo que pueda ocurrir.

P: California prohibió el foie aludiendo a razones de salud y debienestar animal y hay organizaciones animalistas que abogan por seguir esta senda. ¿Este movimiento puede coger fuerza en España?
R: Este tipo de decisiones que van contra la libre circulación de productos o que prohíben la posibilidad de que los consumidores adquieran y consuman los productos que desean son muy habituales en algunos países y tienen mucha repercusión.
Sin embargo, en muchos casos luego son recurridas por colectivos de restauradores o de otro tipo y son revertidas, pero esa nueva decisión nunca se publica en los medios y por tanto la idea que le queda a la gente es que se ha prohibido.

Desde Interpalm, con los medios que tenemos -y que son mucho menores de los que tienen estas organizaciones que lanzan estas campañas- estamos tratando de hacer formación de los consumidores, informándoles sobre cómo se produce el foie gras para que vean que todos nuestros productores cumplen con la legislación vigente en materia de bienestar animal y respeto por el medio ambiente; no obstante, con los medios que tenemos, es complicado.
En todo caso, como cualquier actividad ganadera, lo que reclamamos de los consumidores es que consuman foie gras español porque así ayudan a las granjas de productores nacionales, que en su mayoría están en el medio rural donde nuestro sector genera empleo y riqueza para evitar el despoblamiento.