El presidente de Fairtrade Ibérica, Roberto Ballester, considera que ahora es un buen momento para “introducir cambios en el modelo de desarrollo, que genera desequilibrios económicos, sociales y medioambientales”.
Durante un encuentro virtual a propósito de los 15 años de historia de Fairtrade Ibérica, Ballester ha asegurado que “la pandemia ha dado una mayor intensidad sobre algunas certezas que hay que cambiar en relación con el modelo de desarrollo”.
“Es un momento relevante para introducir un cambio de modelo” que corrija “desequilibrios claros relacionados con el reparto de la riqueza o la sobre-explotación de los recursos naturales de forma muy poco sostenible el medio ambiente”, ha defendido.
El presidente de la mayor certificadora de productos de comercio justo que opera en España y Portugal se ha mostrado convencido de que hay que “intentar no repetir el mantra de la incertidumbre, porque hay muchas cosas que ya sabemos, y aportar propuestas” en línea con los principios que mueven al comercio justo, como son la “justicia económica, social y laboral”.

Desde que comenzó la crisis del coronavirus, la venta de productos con certificado Fairtrade registró un pico de ventas, con pequeños acaparamientos en las primeras semanas, ha detallado, tras precisar que ahora su demanda se ha normalizado.
El café y el azúcar son las categorías más vendidas con el sello de comercio justo, aunque las que más impulso han tenido durante estos meses son las de chocolates y dulces.
Ballester ha resaltado que los estudios e informes sobre decisión de compra apuntan a una tendencia clara del consumidor a incorporar la sosteniblidad como uno de los valores de elección.
Por su parte, el director general de Fairtrade Ibérica, Álvaro Goicoechea, ha recordado que el comercio justo aterrizó en España en la pasada década de los 80 y ahora son más de 1,7 millones los productores de 73 países que forman parte de este modelo.
Los últimos datos que maneja Fairtrade Ibérica reflejan que en 2019 el importe de las ventas de productos con este sello de trazabilidad en España fue de 170 millones de euros, un 81 % más que en 2018.
Goicoechea ha recordado que esta certificación garantiza que los productores han recibido salarios dignos en origen y promueve el empoderamiento de la mujer, terminar con la explotación infantil y minimizar el impacto de la huella ecológica.
La titular de responsabilidad social corporativa de Alcampo España, Cristina Joven, ha señalado que esta cadena, que cuenta con 339 puntos de venta -62 de ellos hipermercados- ofrece 80 referencias de productos de comercio justo, algunas de ellas con su marca propia.
Entre ellas, ha mencionado productos frescos como la banana y categorías como las de helados, refrescos o infusiones.
Joven ha recordado que desde hace 18 años incluyen productos de comercio justo en los lineales y que todos los años celebran una quincena de promoción en torno a este segmento, que este año ha coincidido con el inicio de la pandemia y ha tenido “gran éxito”, con un 20 % más de ventas.