La revolución 4.0 llegará también al campo, pero no se implantará con tanta rapidez como en otros sectores. De ahí que serán las cooperativas agroalimentarias las que jueguen un papel clave en la digitalización del agro y en su difusión entre los pequeños productores.
Las cooperativas serán decisivas en la digitalización del campo, aunque la adopción de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC) será paulatina en el sector y, sobre el terreno, es una cuestión que despierta interés, pero que no “le quita el sueño” al agricultor.
Así lo señala a Efeagro el director de servicios, calidad e innovación de Cooperativas Agro-alimentarias, Juan Sagarna, quien destaca que estas nuevas tecnologías pueden mejorar la gestión de las explotaciones, pero la “revolución” en el sector primario se producirá “paso a paso”.
Varios expertos del sector de las nuevas tecnologías apuntan a Efeagro que si bien en la industria agroalimentaria el uso del internet de las cosas, “big data” (macrodatos), robótica o inteligencia artificial está más extendido, en la agricultura, su uso generalizado, desde el punto de vista del pequeño agricultor, aún está lejos.
Las cooperativas facilitarán la introducción de las nuevas tecnologías
El director general de Gradiant Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Galicia, Luis Pérez Freire, subraya el “rol que jugarán las cooperativas en la introducción de nuevas tecnologías” para que “acaben llegando a los más pequeños y no solo se queden en los más grandes”.
Albert Duaigües, responsable de desarrollo de negocio de eFoodPrint, empresa con más de 15 años experiencia en el desarrollo de herramientas tecnológicas para el sector agrícola, reconoce que queda mucho trabajo por hacer para generalizar su uso entre los pequeños, ese es el “gran reto”, al tiempo que destaca el papel de las cooperativas en su difusión.
Cooperativas y digitalización
Las cooperativas, señalan ambos, serán clave para evitar que se levante una nueva brecha digital entre los pequeños productores y los grandes.
Sagarna añade que las cooperativas ayudarán en la transmisión de casos de éxito por la utilización de las nuevas tecnologías en las explotaciones. En el campo “la previsión es importante para minimizar daños” y el correcto manejo de datos, que tienen que ser interpretados, ayudan a rentabilizar los cultivos.
La difusión de las nuevas tecnologías en el campo se logra con la experiencia, basada en casos reales
En las cooperativas españolas hay casos interesantes como, por ejemplo, el de Hortamira. La cooperativa de San Javier, pionera en el uso de las TIC en el campo murciano, registra toda la información agraria de sus productores a través de una aplicación móvil del software Hespérides, de eFoodPrint, un cuaderno de campo “on-line” que les permite ahorrar tiempo y garantizar en todo momento la trazabilidad de los cultivos.
“Exponer éxitos reales, en el mundo real, eso es lo que mejor funciona” a la hora de lograr la difusión y la implantación de las nuevas tecnologías en el campo.
Remarca que “son una herramienta, no un fin” y que, si se exceptúan los sectores agrarios más tecnológicos como los invernaderos o la ganadería intensiva, por ejemplo, en los demás, su uso no deja de ser anecdótico.

El responsable de servicios, calidad e innovación de Cooperativas Agro-alimentarias hace hincapié, no obstante, en que “el ritmo de incorporación a las mismas en el campo se va a acelerar. Dentro de diez años ya hablaremos de que muchos productores se beneficiarán del uso del ‘big data‘ o del internet de las cosas“.
Sagarna explica que, por tamaño, necesidad y formación, las cooperativas liderarán el tránsito de la agricultura más convencional, donde el agricultor es el único que toma las decisiones, a una más moderna, donde el productor se sirve de las nuevas tecnologías y de técnicos que le ayudan a interpretar los datos para mejorar los resultados de su explotación.
“Las cooperativas liderarán el cambio de la agricultura convencional a una más moderna”
En este sentido, hace referencia a un informe de Rabobank sobre el impacto del “big data” en la agricultura, que señala que las cooperativas tienen una especial responsabilidad en tomar la iniciativa en recopilar datos y elaborar bases de datos para asegurar que sean los agricultores quienes cosechen los beneficios, y no sólo las grandes compañías.
Pero Sagarna apunta que serán los casos prácticos, reales, no los resultados de proyectos piloto, en centros de investigación, los que contribuirán a asentar el uso de las nuevas tecnologías en el campo.
Y advierte de que en agricultura “no valen herramientas globales“; son necesarias herramientas sectoriales, que tengan en cuenta las particularidades del cultivo, del territorio, del clima… tecnología “al detalle y a la carta”.