La llamada economía colaborativa -alquiler de coches y viviendas entre particulares a través de Internet- está revolucionando el turístico mundial con el aumento de la oferta y la rebaja de los precios. Un asunto que despierta recelos en el sector por la competencia desleal y los menores estándares de calidad que se ofrecen.
Los efectos de la llamada economía colaborativa son cada vez más evidentes con el éxito de empresas como Airbnb, 9flats, Blablacar o Uber y uno de los temas más comentados en la ITB, una de las mayores ferias de turismo del mundo, celebrada del 4 al 8 de marzo de 2015, que ha reunido en Berlín a 10.000 expositores de 186 países y a más de 100.000 visitantes profesionales.
El secretario general de la Organización Mundial de Turismo (OMT), el jordano Taleb Rifai, aseguró en el evento que “el consumo colaborativo está dando lugar a nuevos modelos de negocio, ya que las personas han encontrado nuevas formas de obtener beneficios compartiendo lo que tienen, ya sean bienes inmobiliarios o vehículos”.
Riesgo de esta tendencia
“Las personas han encontrado nuevas formas de obtener beneficios compartiendo lo que tienen”
No obstante, atento a las suspicacias de su audiencia, compuesta mayoritariamente por representantes del sector privado, subrayó además los riesgos que percibe el sector ante esta tendencia en auge.
“Si bien debemos congratularnos por esta innovación, también debemos subrayar la necesidad de que el sector encuentre soluciones progresivas para salvaguardar los derechos de los consumidores y las normas de calidad y garantizar un terreno de juego neutral en el que todas las empresas puedan competir y prosperar», agregó Rifai.

Una práctica en auge
Pese a los recelos, la tendencia parece imparable, como explicó en una conferencia en la ITB la experta en economía colaborativa, April Rinne: “En seis años, Airbnb ha alcanzado lo mismo que Hilton tardó 93 años” en lograr.
La organización de la ITB es muy consciente de la creciente importancia de la economía colaborativa y las nuevas tecnologías en el sector turístico, como demuestra el hueco que se le ha concedido a este tema en los distintos foros organizados en el marco de la muestra y también físicamente en los pabellones.
Unas 170 compañías tecnológicas estuvieron presentes en la feria, desde gigantes globales como el buscador chino Baidu y la red social de turismo TripAdvisor a pymes emergentes, como Qaribu, que se presenta como la primera agencia de viajes “social”.
“Debemos subrayar la necesidad de que el sector encuentre soluciones progresivas para salvaguardar los derechos de los consumidores y las normas de calidad”
Esta iniciativa, de origen suizo pero con desarrollo informático chileno, ofrece la posibilidad de organizar viajes de forma colaborativa, comentar destinos e incluso comprar trayectos combinados con sólo un “click”, según explicó a Efe uno de sus fundadores, Oliver Köhlenbeck.
Además, permite conocer otras aplicaciones informáticas que ofrecen servicios para la gestión de hoteles, pagos “online” seguros, guías de viajes en aplicaciones para teléfonos “inteligentes” y redes sociales para opinar sobre hoteles y restaurantes.