Grupo Raza Nostra ha incluido la hamburguesa en el mundo de la gastronomía a través de carnes seleccionadas de las distintas razas españolas. Unas razas que pone de relieve desde la carnicería que da origen a una firma que ahora también incluye hamburgueserías, restaurantes en mercados singulares y Vaca Nostra, su local más emblemático.
El Grupo Raza Nostra pone de relieve la ganadería española desde la carnicería que da origen a una firma que ahora también incluye hamburgueserías, restaurantes en mercados singulares y Vaca Nostra, su local más emblemático y donde el oficio se enseña al público.
El Grupo Raza Nostra nace en 1973 con una carnicería de barrio en el mercado de Chamartín, pero es en 2002 con la incorporación de un miembro de la segunda generación -Carlos Rodríguez, hoy director gerente- cuando el proyecto de poner en valor todas las razas de ganado españolas empieza a tomar cuerpo.
Durante diez años la labor empieza desde el primer eslabón de la cadena, y entre 2003 y 2013 se dan a conocer como una marca de carne, “porque hasta este momento es muy difícil que el público te diga marcas de carne”, explica Rodríguez a Efeagro.
La compañía pone en marcha en 2007 Hamburguesa Nostra, “un producto hoy muy de moda, pero que por entonces era casi un subproducto en las carnicerías”, que lo elaboraban con los recortes que les quedaban de las piezas”.
Han pasado de hacer 50 hamburguesas a 20.000
Rodríguez asegura que, en su caso, se hace al revés, “se compran las mejores piezas” y se introducen ingredientes dentro de la masa de carne para dar mejor calidad y crear distintas variedades, en la actualidad casi una treintena.
La evolución de las cifras de hamburguesas que la compañía produce desde su obrador en Mercamadrid dan una idea precisa de su crecimiento: ha pasado elaborar 50-60 hamburguesas al día cuando empezaron en 2007, a 10.000 unidades y 10.000 “mini” este año.
Después de los madrileños mercados de Chamartín y La Paz, abren diez locales de carnicería en 2011 y llegan a un acuerdo con El Corte Inglés para introducir un puesto de carnicería en su centro Hipercor de Pozuelo y entran en el ámbito de la restauración.
El negocio está en el ADN de la familia
“Mi padre es carnicero; el AND de esta familia es el conocimiento del mundo de la carne, por ello nos animamos a introducirnos en la restauración animados por los cliente que querían comer nuestros productos en locales nuestros”, asegura.
En 2010 abrieron el primer restaurante en Las Rozas “un restaurante distinto donde se puede comer, pero también comprar la carne para llevarla a casa”.
El resultado fue positivo y abrieron nuevos restaurantes, entre ellos el situado en el Gourmet Experience de El Corte Ingles, en Madrid.
En la actualidad cuentan con 22 un total de establecimientos entre carnicerías y restauración, además de en Madrid en Barcelona, Córdoba y Marbella.
Las nuevas aperturas llevarán la marca a Sevilla y Lisboa, donde el grupo abrirá nuevos establecimientos de carnicería en la citada marca de distribución.
Para Rodríguez, el tipo de materia prima que se utiliza es la diferencia fundamental entre tener o no éxito, ya que “a la gente le gusta más la carne que está acostumbrada a consumir, y eso hay que tenerlo muy en cuenta”.
De momento el foco lo sitúan en España, un mercado en el que abren de 5 a 8 locales por año, y aunque no se plantean de momento de forma primordial la franquicia, en la actualidad ensayan la fórmula con un local en el centro comercial de La Vaguada, en Madrid.
Firmas de capital riesgo ya se han interesado
Con más de 200 trabajadores, el grupo quiere acelerar su proyecto para poner los cimientos de lo que será su crecimiento en los próximos tres años con el objetivo de “ser más eficaces antes de dar el salto a Francia o Reino Unido”, detalla.
Según precisa, aunque han surgido muchos inversores interesados en el proyecto de momento quieren mantener su estructura familiar y crecimiento sostenido y moderado, porque “aún hay mucho campo de mejora”.
El grupo ha puesto en marcha el concepto “Carnes y Razas”, que es una derivación de la carnicería pero donde también se puede dar servicio de comida, y cuya fórmula y oferta se adapta a la moda de los mercados gastronómicos, (Mercado de San Miguel o La Victoria de Córdoba).
Con unas ventas de 12 millones de euros anuales, el grupo ha invertido en los últimos tres años más de tres millones de euros, un esfuerzo “orgánico, ya que el nivel de financiación ha sido bajo y todos los beneficios se han reinvertido”, indica