Cuando uno se acerca a ciudades tan descomunales como Shanghái o Pekín corre el riesgo de perderse lo esencial en la inmensidad de sus calles y en la inabarcable diversidad cultural. Un poco de ayuda en forma de guía puede marcar la diferencia.
Pekín y Shanghái son las últimas protagonistas de sendas ediciones de la serie “De cerca” de Lonely Planet en las que el inventario de detalles prácticos para el turista es todavía más directo y de fácil acceso que en las guías tradicionales.

Tras una primera guía rápida, el lector ya está preparado para perderse en el bullicio de estas dos ciudades con la seguridad de que le podrá sacar de cualquier apuro gracias a un sistema de clasificación por colores de la información que facilita las búsquedas.
Las mejores experiencias, la oferta gastronómica, los lugares de compra y las visitas imprescindibles para disfrutar de la ciudad mucho más allá de como un mero turista son algunos de los básicos de estos nuevos ejemplares de literatura viajera.
Consejos para el disfrute que no dejan de lado la parte práctica de cualquier viaje. Conocer cómo funciona el transporte en la ciudad, los descuentos o los planos de cada barrio para no perderse, son otros de los datos incluidos en sus páginas.
Las ciudades
Pekín o, lo que es lo mismo, Beijing, es una mezcla inigualable de tradición y modernidad. Palacios imperiales y edificios tan vanguardistas como el Estadio Nacional de China (conocido como “el Nido“) -que acogió la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos 2008- conviven en armonía en una ciudad que ofrece opciones para todo tipo de viajeros.

Eso incluye actividades como el senderismo por las afueras de la ciudad -lo que permite al viajero acercarse a la milenaria Gran Muralla China- hasta tiendas con lo último en diseño y tecnología, o locales de ocio nocturno; todo es posible en la capital china.
Por su parte, Shanghái es el símbolo de la emergencia económica de China. Y la actividad frenética de la ciudad puede ser el hilo conductor ideal para adentrarse en la gastronomía, descubrir paisajes futuristas o disfrutar de la moda más sofisticada.
Como centro económico de China, Shanghái ofrece un completo calendario de congresos y encuentros de negocios que pueden convertirse en una buena excusa para visitar la ciudad al tiempo que se amplían las perspectivas laborales.