El presidente de la Asociación de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), Gonzalo Guillén, ha destacado que el aceite de oliva es el producto de alimentación "más regulado que existe"
Así lo ha indicado, en declaraciones a Efeagro, el presidente de esta patronal de industriales, quien recuerda que este nivel de regulación introduce límites a la innovación y a la creación de nuevas gamas.
Además, junto a las restricciones normativas hay oposición de quienes creen que nuevas preparaciones, "blends" o mezclas que contengan otros aceites vegetales o de semillas pueda restarle ventas a los de oliva.
Guillén no cree que sea así porque "el consumidor es suficientemente inteligente y si quiere un cien por cien oliva, lo va a comprar", pero también considera que habría usuarios que no buscan ese sabor tan acentuado y preferirían que viniera preparado con otros aceites distintos.
"Es un campo de debate muy amplio (las mezclas), pero hoy en día eso está prohibido", ha insistido.
Por una catagolación más objetiva
Por otra parte, se ha referido al nuevo sistema de autocontrol reforzado para los aceites de oliva virgen extra, presentado ayer en Madrid por Anierac, junto con Cooperativas Agro-alimentarias y Asoliva.
"Los aceites vírgenes en España tienen una altísima calidad y lo que debemos conseguir es un sistema de catalogación organoléptica que sea muy objetivo, que hoy no lo es, lamentablemente", ha asegurado en referencia a la subjetividad del panel de cata.
Ha recordado que el "panel test" que se utiliza hasta ahora para categorizar el aceite virgen extra, en cuanto que intervienen personas o catadores, presenta "muchas diferencias" entre unos y otros, lo que acarrea inseguridad jurídica a los envasadores.
"Se puede acusar de fraude a una marca simplemente porque haya diferencia de criterios" entre varios paneles que hayan valorado "organolépticamente" el virgen extra -el sabor-, aunque se cumplan todas las normas y los parámetros físico-químicos exigidos, el producto sea "cien por cien puro de aceituna" y haya pasado todos los controles.
Respecto a la evolución del mercado interior, ha destacado que el oliva tiene un consumidor "diario" que es difícil perder, aunque sí se está produciendo una cierta caída del consumo, que estima entre el 10 y el 13 %, porque los españoles lo están utilizando "con más cuidado" por su alto precio, es decir, ponen menos cantidad en ensaladas o "lo apuran más", reutilizándolo en las frituras.
Mayores precios
El aceite de oliva no sólo está "mucho más caro" que el año pasado, sino que incluso duplica los niveles de hace tres ejercicios.
Mientras tanto, la compra de aceite de girasol ha crecido en España, sobre todo entre un público joven, menos fiel o acostumbrado a los olivas.
En todo caso, ha especificado que en España se están consumiendo menos grasas en general porque han cambiado los hábitos de consumo.
Por otro lado, ha reconocido la importancia de la "marca blanca", que aglutina cerca del 70 % de las ventas del aceite de oliva y del 80 % en los "semillas".
A su juicio, estas marcas de distribución son "jugadores fundamentales en el mercado, que hay que cuidar y mimar porque no hay más remedio", dada su extensión y volúmenes de comercialización.
