La marca de “carne vegetal” Heura cumple cuatro años convertida ya en una de las “start up” que más suena del sector alimentario español y prepara su internacionalización, una expansión a otros mercados con la que espera volver a triplicar ventas como en 2020.
Así lo explica en una entrevista con Efeagro el cofundador de “Food for Rebels” -la empresa que está detrás de Heura-, Marc Coloma, antiguo miembro de Igualdad Animal y nieto de una carnicera cuya “misión” es “acelerar la transición proteica”.
“Queremos hacer la carne del siglo XXI, nos gusta ese concepto de ser el sucesor de la carne“, explica Coloma, incluido la semana pasada en una lista con los 50 talentos jóvenes que marcarán el futuro de la gastronomía mundial.
Desde que en 2017 su investigación se concretara en un producto hecho con soja que imita la textura, el olor y el sabor de la carne (por el momento de pollo y ternera, en breve lanzarán también alternativas al cerdo), la compañía ha crecido hasta facturar 8 millones de euros en 2020, tres veces más que un año antes.
“Esperamos mantener el mismo ritmo de crecimiento”, en torno al 200 %, según apunta el cofundador de Heura, enseña que entrará en breve en restaurantes y supermercados de Francia, Italia, Polonia, México y Reino Unido.
“Boom” de la alternativa vegetal en el supermercado
Heura también fue elegida por la aceleradora de empresas Lanzadera -impulsada por el presidente de Mercadona, Juan Roig- como uno de los proyectos seleccionados de su programa del 2020, aunque la iniciativa ya acabó.
“Accedimos para hacer un piloto de carne vegetal y al final no pudimos llegar a un acuerdo de cómo hacer que Heura entrara en Mercadona“, señala Coloma, cuyo producto sí está presente ya en otras cadenas como Carrefour, La Sirena o El Corte Inglés.

La moda de las hamburguesas, salchichas o embutidos con proteína vegetal que imitan a sus “hermanos” cárnicos está en auge, lo que también se refleja en que grupos como Lidl, Aldi o la propia Mercadona están entrando en la categoría incluso con sus marcas blancas.
“O te sumas al cambio o te pasa por encima. Aunque lo importante es que haya productos de calidad, el principal enemigo de la categoría son los malos productos”, advierte Coloma, quien reconoce que su “mayor temor” es la “velocidad a la que está accediendo nueva gente” a este segmento.
En este sentido, admite que estas alternativas son productos procesados y no todos tienen por qué ser todos igual de saludables -en función de su contenido en grasas o sales, por ejemplo-.
El “boom” que vive la categoría es de tal magnitud que la mayor parte de los grupos cárnicos ya cuentan con líneas de negocio especializadas en alternativas vegetales; en España es el caso de “gigantes” como Campofrío, El Pozo, Noel o Vall Companys.
“La respuesta de la industria es una señal. Los que no nos creían y se reían ahora forman parte de la revolución, y creo que es una gran noticia“, argumenta.
Polémica sobre el uso de nombres cárnicos
Antiguo activista en la ONG Igualdad Animal, Coloma defiende que el impacto de estas alternativas en base a proteína vegetal es menor para el medioambiente -por consumir menos agua y reducir las emisiones contaminantes-, además de resultar beneficioso para la salud.

La compañía “Food for Rebels” (Comida para Rebeldes) prevé la incorporación de “nuevos inversores” para crecer “más rápido” y mantiene como objetivo acercarse al consumidor “flexitariano”, aquél que sí come carne pero quiere reducir su ingesta.
Preguntado por la discusión que existe en el ámbito legal sobre el uso de nombres cárnicos -hamburguesa, salchicha, jamón, etc.- para denominar a sus alternativas vegetales, Coloma considera que la sociedad va “un paso por delante” de la normativa que restringe su uso a productos de origen animal y niega que exista confusión.
En todo caso, el “engaño” viene cuando se prueba el producto y no se distingue: “Traemos a nuestros test a personas enamoradas de la carne, a cocineros con restaurantes especializados o a nuestras abuelas. La mía, que tenía una carnicería en Barcelona, a veces cree que le miento y que lo que le pongo es de origen animal”, confiesa.