Quioscos de helados, horchaterías y heladerías encaran los meses más calurosos del verano en medio de la campaña de vacunación, con la esperanza de que sea una buena estación tras meses de restricciones y conscientes de la competencia que suponen las terrazas.
Todos los años, cuando llega el calor, en un rincón del distrito de Tetuán unas máquinas con medio siglo de antigüedad se ponen a punto para fabricar horchata en un obrador que desde 1946 refresca Madrid con esta bebida y que ante la crisis se reinventa con nuevas fórmulas, como una pizza con harina de chufa.
