Lo asegura la directora de Inprovo, Mar Fernández, en una entrevista en la que hace un repaso a la actualidad de este sector, muy pendiente de ese movimiento en contra de la producción en jaulas.
El sector productor e industrial del huevo considera que eliminar la producción en jaulas es una “imposición”, desde los grupos animalistas, que genera riesgos al granjero por la posibilidad de que “quede fuera del mercado” en caso de que decida continuar con ese sistema, autorizado dentro de la UE.
Lo asegura en una entrevista con Efeagro la directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus productos (Inprovo), Mar Fernández, quien hace un repaso por la actualidad de este sector que factura más de 1.000 millones de euros al año y es el cuarto productor comunitario.
El anuncio de varias cadenas de distribución de dejar de vender huevos de gallinas en jaula, “condicionadas por los animalistas”, fue uno de los asuntos que marcó 2018, según Fernández.
Hay ya “muchos” productores que están construyendo granjas nuevas de suelo, como sistema alternativo a las jaulas: “Han tenido que empezar a pensar en hacer inversiones y cambios” para adaptarse a esta situación, según Fernández.
De hecho, según señala, en 2018 se han invertido 200 millones en nuevas instalaciones.

A su juicio, cerrar las jaulas e invertir en otros sistemas conlleva riesgos al productor ya que el ganadero hace el desembolso y puede que luego se “ponga sobre la mesa otra campaña, por ejemplo, contra las gallinas en suelo” porque, “en el fondo”, al activismo vegano “no le servirá ningún” sistema de producción, “ni el campero”.
“Es una dificultad porque quienes están marcando el futuro -en referencia a los animalistas- no se juegan nada, no arriesgan”, subraya. Fernández cree que si se eliminan determinadas formas de producir huevos, el consumidor se encontrará con que “no habrá lo que él quiere en el mercado” ya que “otros habrán decidido por él porque están condicionando a todos la forma de consumir”.
La directora de Inprovo defiende además que el discurso vegano ha encajado “perfectamente” en la sociedad urbana, que “no sabía nada” de la ganadería, y “le están contando lo que es, de una manera bastante tergiversada”.
La capacidad de comunicar
El uso “muy afortunado” que los movimientos animalistas hacen de la comunicación a través de las redes sociales o en medios en los que encuentran “cierta receptividad” ha sido clave, según remarca, para expandir sus mensajes.
En ese sentido, admite que su sector quizá no le ha prestado -a la comunicación- la atención que debiera para “contrarrestarlos”. La celebración de elecciones en los próximos meses es un asunto al que prestan atención desde Inprovo ya que, según Fernández, la “mayor parte” de las decisiones que les afectan son de índole política.
El sector está pendiente de su primera extensión de norma, que espera sea aprobada antes de que finalice el año. Es un paso importante ya que no contaban con ninguna
En ese sentido, incide en que hay formaciones políticas que perciben “con más sensibilidad” la importancia que las producciones agrícolas y ganaderas tienen en la economía y la sociedad.
Por otro lado, el sector está pendiente de su primera extensión de norma, que espera sea aprobada antes de que finalice el año. Es un paso importante ya que no contaban con ninguna a pesar de que la interprofesional lleva más de 20 años activa.
El objetivo es desarrollar acciones de comunicación para “reconocer toda la importancia del huevo y darle visibilidad”. La promoción, a su juicio, es importante porque el producto que no es visible para el consumidor, “al final aunque sea básico, queda relegado”, subraya.
Inprovo está centrada en dar a conocer este producto como un “alimento excepcional”, que tiene “muchas ventajas y virtudes”, y quiere transmitir que es un “complemento ideal para el desayuno” con el fin de incorporarlo en momentos “en los que no se nos había ocurrido”.