A sus 58 años, lleva 18 dedicada, junto a sus tres hermanos, a gestionar la explotación agroganadera familiar que tienen en Mallorca, una experiencia que le ha servido para ostentar varios cargos directivos.
Jerónima Bonafé es mallorquina y una voz con peso entre las mujeres dedicadas al sector agroalimentario por lo que tiene clara su reivindicación de cara a este 8M: que ninguna de ellas “se quede sin cotizar” porque es un “seguro y una garantía para el futuro”.
A sus 58 años, lleva 18 dedicada, junto a sus tres hermanos, a gestionar la explotación agroganadera familiar que tienen en Mallorca, una experiencia que le ha servido para auparse como presidenta de la asociación de mujeres de Cooperativas Agro-Alimentarias de España y presidenta de la delegación balear de dicha entidad.

En el Día Internacional de la Mujer, esta mallorquina asegura que todavía hay mujeres trabajando en explotaciones agrarias que no están cotizando, un problema que, según detalla, ya sufrió su madre que luego no pudo tener acceso a una pensión por jubilación.
Otro de sus deseos es que se incremente el número de mujeres presentes en los consejos rectores porque “así” se harán “mejores cooperativas”. Ni ella ni su hermana han tenido problema alguno para integrarse en el sector agrario pero, “cuando te relacionas con el sector, ves que históricamente es muy machista y sigue siéndolo a día de hoy”.
La mujer “siempre ha trabajado” en el campo pero “no ha sido visible”, lamenta. A pesar de eso, observa avances y valora la labor de las cooperativas para incorporar a más mujeres en sus consejos rectores. Y pone como ejemplo unos datos: en 2013, el 25 % de los socios cooperativistas eran mujeres y, de ellas, un 3,7 % estaban en puestos directivos mientras que actualmente se estima que, de ese 25 %, ya hay un 10 % que han conseguido entrar en los consejos rectores.