Los que padecemos dos graves pasiones -la bibliomanía que nos hace comprar y leer libros de forma compulsiva y la dromomanía que nos hacer desear viajar de forma desmedida- hemos encontrado en las rutas y homenajes a la escritura un filón para nuestros planes. Aquí va nuestra humilde guía para el autoestopista literarario.
Si te animas a unirte a la celebración, hay propuestas gastronómicas -si te atreves con las mollejas crujientes, el corazón relleno al horno y el hígado frito con corteza-, caminatas “tras las huellas de Leopoldo Bloom”, recorridos por pubs vestidos de época, presenciar lecturas o performance de la obra… Y lo que comenzó en 1929 como el homenaje de dos amigos del autor, ahora es una celebración que en Irlanda la organiza el Centro James Joyce desde 1994. Con el paso de los años se han sumado rutas en autobús por localidades relacionadas con el escritor, encuentros gastronómicos con el whisky como protagonista, tés de la tarde con toda la prosopopeya necesaria y, este año, un “Joycestick”, un recreación virtual que se introduce en las mismas escenas del libro.
http://www.bloomsdayfestival.ie/ y https://www.ireland.com/es-es/qu%C3%A9-ver-y-hacer/irlanda-literaria/articulos/bloomsday-en-dublin/ te ayudará a elegir tu particular homenaje.

Toallas y autoestopistas
Decía Douglas Adams (1952-2001), “Una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los vapores del mar embriagador...”. Y los seguidores de este mítico guionista y autor fantástico -mientras esperan que el turismo espacial se haga realidad- le rinden homenaje llevando una toalla cada 25 de mayo. Fecha que también celebra el Día del Orgullo Friki, con lo que el plan de viaje incluye copas gratis, lecturas en público, concurso de belleza y de lanzamiento (ambos, de toallas), visitas a su tumba… rodeados de quienes se lanzan a un desatado momento fan de La Guerra de las Galaxias y todo el universo del comic.
http://www.towelday.org/ te permitirá echar un vistazo a la imaginación más desatada de los autoestopistas terrestres… con toalla

Papa Hemingway
Se puede seguir los pasos de Ernest Hemingway (1899-1961) por tantos lugares y países como mujeres, intereses y pasiones tuvo. Pero hoy elegimos la ruta cubana, porque no sólo vivió allí 20 años, sino que convivió con los pescadores, escribió en sus cafés, donó su Premio Nobel de Literatura (que ahora está en el Arzobispado de Santiago de Cuba; le adoptaron bajo el sobrenombre de Papa e incluso le dieron nombre a un daikiri (sin azúcar y con doble dosis de alcohol), el Papa Special o Papa Doble.
A día de hoy, la Finca Vigía en la que vivía conserva sus recuerdos y está convertida en el Museo Hemingway; su habitación en el Hotel Ambos Mundos, la 511, se conserva como una reliquia, se convoca un torneo de pesca de aguja en la Marina que lleva su nombre y una escultura de bronce espera eterna en el Bar Floridita, en el que también vivieron horas míticas personajes como Ava Gardner o Errol Flyn.
En http://www.cuba.travel/, el portal oficial de turismo del país, se recorren estos destinos marcados por el paso de este autor desmedido y genial al que es tremendamente fácil imaginar con su bebida y su cigarro disfrutando de la vida, rodeado de personajes recién salidos de sus libros.

Cuentos y Alhambra
El propio Hemingway aseguraba que si había que visitar una única ciudad en España ésta debía ser Granada… Y ahí nos vamos, pero para seguirle la estela a Washington Irving y sus palabras. Embajador de Estados Unidos en España entre 1842 y 1846, los apasionados de este escritor y viajero siguen ahora sus pasos entre Sevilla y Granada, los mismos que le condujeron a publicar “Cuentos de la Alhambra”.
En http://www.turgranada.es/ruta/ruta-de-washington-irving/ puedes encontrar todos hitos fundamentales de este recorrido, en el que la gastronomía, la artesanía, la cultura y la naturaleza van desde Sevilla a Antequera, desde Fuentevaqueros a Granada, en un camino establecidos desde la Edad Media como vía comercial, repletos de huellas árabes y sabores mediterráneos. En febrero de 2016, el Parlamento Andaluz aprobó la inclusión de Huelva en la ruta, en los que estuvo el autor en 1828 para documentarse.
Ahora, una escultura del escritor vive siempre en el Bosque de la Alhambra, que le recuerda también en una de sus habitaciones, donde una inscripción homenajea su estancia allí para escribir los Cuentos...

Por el Páramo
Terminamos esta guía con un paseo por los áridos paisajes de Juan Rulfo (1917-1986), el autor mexicano que nos llevó por el páramo y el llano en llamas, y sobre el que Jalisco y otros diez municipios trabajan en la Ruta Rulfiana, en homenaje y difusión de su obra.
Así, seguir el espíritu del que fuera Premio Príncipe de Asturias Príncipe de Asturias de las Letras (1983) es posible en Tapalpa y Sayula, ciudad esta última donde esta la casa familiar de los Rulfo, o San Gabriel, donde un festival cultural y una caminata le recuerdan cada año.
En https://www.visitmexico.com/es puedes encontrar otras huellas de Rulfo, como su estatua en Comala, para visitarla el 16 de mayo, el aniversario de su nacimiento. Ese lugar donde el protagonista de Pedro Páramo, Juan Preciado, observa el llano árido. Ese que parecía en llamas cuando llevaban a su padre asesinado iluminados por antorchas desde su Hacienda Telcampana, ahora en ruinas.
Así que, cojamos la toalla, y viajemos. Aunque sea a lomos de las letras…
