El hecho de que los Estados miembros de la Unión Europea apliquen distintos tipos de impuesto sobre el valor añadido (IVA) y que un mismo país aplique impuestos reducidos a algunos productos dificulta el comercio con el bloque.
Así lo advierte el Examen de Políticas Comerciales de la UE, evaluación a la que son sometidos cada cuatro años todos los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y que ha sido publicado hoy.
“Distintos Estados Miembros aplican diferentes tipos del impuesto sobre el valor añadido (IVA) y de los impuestos especiales de consumo, y los sistemas de tributación de las personas jurídicas y físicas y los tipos impositivos varían considerablemente de un Estado miembro a otro”, especifica el informe.
“La complejidad del sistema tributario, con inclusión de la recaudación y el pago, por ejemplo en el caso del IVA, puede dar lugar a costos de cumplimiento adicionales para los operadores económicos, y la aplicación de tipos del IVA reducidos en el caso de algunos productos se traduce en importantes transferencias de ingresos de sectores de bienes que no son normalmente objeto de comercio”, advierte la OMC.