Las empresas españolas de la acuicultura sufrieron “pérdidas graves” en 2020 por los cierres hosteleros y la caída del turismo También notaron precios bajos motivados por las importaciones de pescado de Turquía y Grecia, o de salmón de Noruega.
La patronal de acuicultura Apromar ha difundido este jueves un balance del sector, en el que destaca el impacto del coronavirus y el “escenario inestable” para 2021.
Las empresas piscícolas españolas mantuvieron su actividad durante el confinamiento, como “sector esencial”, pero “las complicaciones operativas y la volatilidad de los mercados han sido retos difíciles de superar”, de acuerdo con Apromar.
Con las sucesivas olas de la pandemia, el canal de hostelería y restauración ha continuado “básicamente inactivo, extinguiéndose la leve recuperación experimentada durante la temporada estival” y los establecimientos dependientes del turismo han quedado “apagados”, lo que ha impactado en la piscicultura.
Por el contrario, las ventas al canal minorista “han continuado siendo dinámicas, absorbiendo incluso parte de las ventas que solían encauzarse por la hostelería”, lo que ha permitido “sobrevivir” a las empresas, según el balance.

Las diferentes especies de pescado de acuicultura han sufrido el efecto de la crisis de manera “dispar” en sus precios, con recortes en todos los casos.
Las bajadas han sido acentuadas en el caso de la dorada, debido a importaciones masivas a precios muy bajos desde Turquía y Grecia, mientras que las de salmón noruego afectan a la trucha arco iris cultivada en España.
Los acuicultores también afrontaron en 2020 las consecuencias de la borrasca Gloria, a finales de enero, que causó destrozos en las granjas situadas entre Castellón y Cabo de Palos (Murcia), cuya recuperación “llevará años y cuantiosas inversiones”.
Reivindicaciones para 2021
Por otro lado, Apromar ha resaltado que las leyes “limitan” el desarrollo de su actividad en España y que, por ejemplo, en el caso de la acuicultura continental ocupa “la misma posición que los campos de golf” en el orden de uso (prelación) del agua de los ríos.
Los acuicultores reivindican que se iguale la situación de las piscifactorías a otras ganaderías o a la agricultura en la utilización hídrica, circunstancia “que viene de lejos y solo se ha podido corregir en la cuenca del Guadalquivir”.
Para 2021, Apromar tiene, entre otras prioridades, la renovación del convenio colectivo de acuicultura marina, para cuya negociación ya se han iniciado los contactos con los sindicatos.