Las ventas de aceite de oliva cayeron el 1,3 % anual en 2022, situándose en 305,31 millones de litros. La caída ha sido más acusada desde el inicio de la campaña actual, en concreto, un 4,4 % en los tres primeros meses de la actual campaña, concretamente entre octubre y diciembre.
Así figura en las últimas cifras difundidas de las ventas de aceites comestibles y envasados por las empresas adheridas a la Asociación Nacional de Industriales, Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac).
Las ventas de aceite de oliva virgen extra sumaron en 2022 un total 128 millones de litros, el 0,86 % más que en 2021; las de “suave” fueron 109,44 millones (-0,45 %); las de “intenso”, 39,98 millones (-13,83 %); y las de virgen, 27,84 millones (6,82 %).
El aceite de orujo de oliva registró 18,30 millones de litros de salidas al mercado, lo que supone un aumento del 16,41 % respecto al año anterior, mientras que en el terreno de los aceites vegetales se vendieron 332,96 millones de litros, el 3,04 % menos.
Arranca la campaña 2022 / 2023
En los tres primeros meses de la campaña 2022/2023, de octubre a diciembre, las ventas de aceite de oliva virgen extra disminuyeron el 4,67 % respecto al mismo periodo de la campaña anterior, situándose en 31 millones de litros.
Las ventas de aceite de oliva virgen cayeron el 10,30 % anual en ese periodo, con un total de 7,26 millones de litros; las de “intenso” se redujeron el 23,87 %, con 8,58 millones; y las de “suave” se mantuvieron en niveles similares a los de los tres primeros meses de la anterior campaña, con unos 26,91 millones.
Las salidas al mercado de aceite de orujo sumaron 4,52 millones de litros, el 1,46 % más que en el mismo periodo de la campaña 2021/2022.
Solo en diciembre, se pusieron en el mercado 46,17 millones de litros, de los que 19,14 millones se corresponden con el aceite de oliva en todas sus categorías, 1,42 millones con el aceite de orujo y 25,60 millones con los aceites vegetales, de los que 20 millones son de aceite de girasol, según Anierac.
