La apuesta por utilizar la tecnología para mejorar la calidad nutricional de los alimentos se traduce en productos enriquecidos o funcionales, como la soja con Omega3 o el brócoli con fitonutrientes que aumentan su valor antioxidante en los que trabaja Monsanto.

El responsable de estrategia de calidad de soja en la compañía, Ernesto La Red, ha explicado a Efeagro que van a ser utilizadas en cultivos de EEUU y Canadá las habas de soja Vistive® Gold High Oleic Soybeans y SDA Omega3 Soybeans. "Están en la última etapa de su proceso de desarrollo y en espera de las aprobaciones regulatorias en los principales mercados de exportación", ha detallado La Red.

Ha destacado que en estos casos se trata de "productos desarrollados usando biotecnología. Un proceso muy largo, en torno a 10 años", que incluye un trabajo de "prueba intensa y meticulosa que confirme que el producto funciona como se prevé y que es seguro para el consumidor y el medio ambiente".
En el caso de Vistive®, es una soja enriquecida con ácidos oléicos con beneficios nutricionales y funcionales, ya que presenta menos grasas saturadas que otros aceites y, según la empresa, además de esos beneficios para los consumidores permite a los agricultores lograr altos rendimientos en sus cultivos.

Beneficios

Las habas de soja SDA Omega3 contienen ácidos que promueven la salud cardiovascular, y el aceite derivado de ellas se podría incorporar a diferentes productos de la industria alimentaria.
Por otra parte, La Red ha subrayado el caso del Brócoli Beneforté®, que se ha desarrollado utilizando técnicas convencionales de cultivo para contener de forma natural entre dos y tres veces el fitonutriente glucorafanin por porción, lo que aumenta los niveles de enzimas antioxidantes" del organismo".

Según la Agencia de Seguridad Alimentaria Europea (EFSA), los ácidos grasos Omega3, por ejemplo, tienen un papel importante en el desarrollo cerebral, la regulación de la tensión arterial y la respuesta inmunológica; pero no pueden ser producidos por el cuerpo de forma natural y tienen que ser ingeridos en la dieta. "Hay pocos micronutrientes que el organismo pueda generar por sí mismo -ha recordado a Efeagro la dietista Amber Pankonin-; y los alimentos funcionales o enriquecidos pueden ayudar a llenar ese vacío de nutrientes. Muchas personas no consumen la variedad de alimentos que necesitan, por lo que tomar productos enriquecidos puede ser útil".

"Monsanto está trabajando con los agricultores para afrontar el desafío de una mayor demanda de frutas y verduras -por el incremento de la población, de los ingresos y de las recomendaciones nutricionales-, desarrollando semillas que permitan a los productores ofrecer alimentos ricos y nutritivos", ha asegurado a Efeagro el experto de la compañía Jonathan Mein.

Mein ha apuntado que se cifra en 1,7 millones las muertes en todo el mundo causadas por la falta de frutas y verduras en la dieta; "esperamos que al desarrollar variedades con buen sabor y beneficios nutricionales reales los consumidores disfruten tomándolas y, por tanto, estén más sanos". En la compañía "se trabaja duro para crear variedades que hagan más fácil a los agricultores su cultivo y más atractivos los alimentos" a los consumidores, para quienes -dado el ritmo de vida actual- también es importante que les sean "cómodos" y adecuados a sus "necesidades", ha concluido