Este miércoles el sándwich mixto, un bocado triangular que soluciona las comidas en un mundo acelerado, celebra su día de origen indeterminado presumiendo de una versatilidad que le ha llevado a disfrazarse de “bikini” en Cataluña o a contar con la versión “MotoUmami” de la mismísima Rosalía.
El concepto es sencillo, una receta con siglos de historia y tres ingredientes: pan de molde, queso y jamón cocido, pero que admiten muchas variedades y tantas versiones como se guste.
Y por ser de sobra conocido, es una opción que suele formar parte de muchos bares y restaurantes españoles y también de algunas cadenas especializadas en sandwiches, como Rodilla, que vende 250.000 unidades de esta especialidad al año, según los datos facilitados a Efeagro.
¿Por qué Bikini?
En Cataluña tiene hasta su propia denominación: ‘bikini’, un seudónimo que se hizo popular en los años 50 y nació en la Sala Bikini de Barcelona.
Sus dueños tenían en la carta una versión de este bocado inspirado en el croque-monsieur francés, que se convirtió en su plato estrella, y sus clientes pasaron de pedir el sándwich a “un bikini”.
Un plato versionado hasta la saciedad
El chef Dani García comparte la receta del éxito para hacer este sándwich mixto jugoso: primero se monta el emparedado, el jamón cocido debe quedar entre dos lonchas de queso, después se añade mantequilla en una sartén a fuego medio-alto y queso rallado emmental para que se adhiera.
La música y la gastronomía se dan la mano, y es que el álbum Motomami de Rosalía inspiró el sándwich MotoUmami del chef David Muñoz, que ambos realizaron en las cocinas de DiverXo y compartieron en sus redes sociales.
Para los curiosos, lo esencial son las dos rebanadas de pan brioche de dos centímetros de grosor doradas en una sartén con mantequilla, a las que se añade “mucha” mayonesa de trufa en su parte interior, y encima una capa de patatas fritas, seguido de los contramuslos de pollo bañados en salsa teriyaki y cocinados a la brasa, culminado con una rodaja de tomate rosa.
Ahora sí, cerrar, servir y disfrutar como una “motomami”.
Otras variedad es el francés “Croque-Monsieur”, que mantiene los tres ingredientes, queso, pan y jamón cocido, con un componente más que lo hace radicalmente distinto, una espesa bechamel, que se añade encima de las rebanadas junto con queso rallado para conseguir un gratinado crujiente a la sartén.
De Francia a Portugal con la Francesinha, una versión 3.0 muy típica de la ciudad de Oporto, y también muy contundente y sólo aptos para valientes.
Este sándwich nació en los años 60 y entre seis rebanadas de pan de molde aglutina un filete de ternera, dos lonchas de jamón cocido, seis salchichas, ocho lonchas de queso para fundir y la guinda del pastel: una salsa hecha a base de cerveza, tomate, ajo, cebolla, tabasco y salsa Perrins.
De todos es sabido que en la cocina, la versatilidad y la combinación entre la tradición y lo clásico son la base de los mejores platos.
Es por eso el sándwich mixto nunca ha pasado de moda, un bocado que derrocha sencillez, “umami” y acepta muchos más ingredientes para convertirse en la combinación perfecta para la ajetreada vida del siglo XXI.