Lograr un mayor protagonismo de la mujer en la España rural sigue siendo una asignatura pendiente, para lo que se necesitan más inversiones, formación y oportunidades, también en tiempos de pandemia.
Este año el Día Internacional de Mujeres Rurales tiene por lema “Construyendo la resiliencia de las mujeres rurales a raíz de la covid-19”, un llamamiento a mejorar las condiciones de vida de estas personas pese a las dificultades.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha resaltado que las mujeres rurales españolas son “un motor incuestionable al que hay que escuchar mejor y reconocer cada día más”.
Así se ha expresado en un vídeo durante la jornada virtual organizada por la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur) con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales.

“Existe una deuda con la visibilidad de las mujeres rurales en la lucha contra esta pandemia”, ha afirmado Sánchez, que ha asegurado que su “gobierno feminista” tiene como reto la igualdad de oportunidades “en todos y en cada uno de los territorios”.
Una tarea que se ha propuesto el Gobierno es la de reforzar la ley de titularidad compartida de las explotaciones agrarias de 2011, porque sus efectos han sido “positivos, pero muy limitados”, ha explicado el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Según datos de su ministerio, solo 736 mujeres se han acogido a ese régimen, pese a que estaba previsto que lo hicieran unas 36.000.
Igualmente ha enviado un mensaje la ministra de Igualdad, Irene Montero, que ha señalado como retos la actualización de la ley de igualdad de 2007 para que las mujeres estén “en todos los espacios de toma de decisiones” y una estrategia para el desarrollo de oportunidades mediante la digitalización, los servicios públicos, el empoderamiento y el emprendimiento.
La presidenta de Fademur, Teresa López, ha puesto en valor a la mujer rural, que ha considerado “la base del bienestar de muchos pueblos”, en un año “extraño y difícil” en el que se han volcado en coser mascarillas, repartir comida, organizar deberes escolares o cuidar mayores, labores a las que “hay que dedicar recursos”.
“Las mujeres rurales queremos estar en el diseño de las medidas para que se ajusten a lo que necesitamos y ser destinatarias de las mismas”, ha enfatizado.
Una PAC más femenina
El secretario general de la organización agraria UPA, Lorenzo Ramos, ha defendido el trabajo femenino en la agricultura familiar, “elemento contra la despoblación”, y la vicesecretaria general del sindicato UGT, Cristina Antoñanzas, ha apostado por corregir los “desequilibrios que la pandemia ha puesto en evidencia”.
La eurodiputada socialista Clara Aguilera ha criticado que la PAC lleve “60 años hablando en masculino” y ha defendido que la nueva reforma incluya “acciones prioritarias” para conseguir la igualdad en el campo con el fin de evitar la despoblación.
La reforma de la política agraria, las estrategias ambientales y la reducción de la brecha digital son “nuevas oportunidades que necesitan de inversión en las zonas rurales”, con perspectiva de género, ha afirmado la presidenta del grupo de Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, Iratxe García.
El director del Comisionado del Gobierno frente al Reto Demográfico, Ignacio Molina, ha resaltado que “no sobran actividades en el medio rural”, sino que hace falta “poner el foco en lo que hay” con vistas a crear “una nueva revolución digital y verde” que afronte el problema desde esa perspectiva.
Mujeres con voz
Desde el Foro Rural Mundial, su directora, Laura Lorenzo, ha recordado que uno de los pilares del decenio decretado por Naciones Unidas para la agricultura familiar, que arrancó en 2019, es la equidad de género, un objetivo “transversal” para el que se requieren políticas públicas en el acceso a la tierra y a recursos educativos y sanitarios, entre otros.
La presidenta del Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias de la UE (COPA), Christiane Lambert, ha echado en falta “formación adaptada a ellas” para que aterricen en el campo y “más derechos económicos en igualdad de condiciones que los hombres”.
En medio de una sucesión de vídeos sobre numerosos proyectos en el terreno, han intervenido la ministra de Agricultura de Portugal, Maria do Céu Antunes, que ha resaltado la falta de iguales salarios entre hombres y mujeres, y la de Italia, Teresa Bellanova, que ha mencionado la responsabilidad de los políticos de “cambiar la cultura dominante” para así modificar el equilibrio de la economía y las instituciones.
Combatir la desigualdad
“En todas partes las mujeres se enfrentan a una situación de desigualdad y más especialmente en el medio rural, que en España está despoblado, masculinizado y envejecido”, explica a Efeagro la directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación, Isabel Bombal, quien recuerda que, con la crisis del coronavirus, el peso de la conciliación familiar ha recaído sobre ellas.
En las zonas rurales la población activa femenina es del 49 %, frente al 72 % de los hombres, y las mujeres titulares de explotaciones agrarias representan el 32 % del total, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
En opinión de Bombal, además de la actividad agrícola, ganadera y forestal, hay muchos ejemplos de mujeres rurales emprendedoras que están apostando por el turismo sostenible, la innovación textil, la economía circular, el sector de la transformación, la investigación y el asesoramiento, entre otros sectores.
Entre las organizaciones de mujeres rurales, la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar) ha rendido homenaje a las mujeres que han perdido la vida por el coronavirus.
Para el futuro, la presidenta de Amfar, Lola Merino, pone el foco en la inclusión femenina en la nueva PAC, debido a su aportación a la actividad primaria y al desarrollo rural: “Las mujeres tienen que ser protagonistas.
Tenemos un grave problema de despoblación en España y, si queremos frenar la despoblación, los pueblos tienen que tener mujeres y jóvenes”.
Servicios básicos
Las inversiones en carreteras, tecnologías, hospitales, escuelas y centros sociales son también demandas de la Confederación de Mujeres del Mundo Rural (Ceres), que esta semana ha organizado jornadas en distintos puntos de España para profundizar sobre el acceso de las mujeres a los espacios de decisión en el medio rural.
Su presidenta, Inmaculada Idáñez, insiste en que la mujer es clave para el desarrollo de la España vaciada y apuesta por un mayor empoderamiento, ya que con formación e información se adquiere “fuerza y poder, y es ahí es cuando empezamos a participar, pero yo no quiero tener solo voz, también quiero tener voto” e influir a nivel local y europeo.
Contra la violencia
Las organizaciones de mujeres rurales se han sumado igualmente a los esfuerzos por fomentar la conciliación entre el trabajo y la vida familiar en el campo.
Desde la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer), su presidenta, Carmen Quintanilla, denuncia que durante el confinamiento aumentó la violencia de género en las áreas rurales y las mujeres tuvieron que cuidar allí tanto a los mayores como a los más pequeños.
Quintanilla pide más visibilidad de las mujeres en las instituciones, con más iniciativas y recursos a favor de la igualdad de oportunidades, y pone de ejemplo los programas de capacitación como los que imparte su asociación, que han ayudado a que al menos el 60 % de las mujeres participantes hayan encontrado trabajo o emprendido sus propios proyectos empresariales.
Aprovechar la digitalización
La presidenta de la Federación de la Mujer Rural (Femur), Juana Borrego, reclama la digitalización de la España Rural, con formación en nuevas tecnologías para que las mujeres rurales también puedan aprovecharlas y desarrollar sus negocios.
La Asociación de Mujeres Cooperativistas Agrarias de España, presidida por Jerónima Bonafé, insta a una mayor participación femenina en los consejos rectores de las entidades agrarias, ya que actualmente solo representan el 7,4 % de sus miembros, mientras que son el 26 % de la base social de las cooperativas.
La Unión de Mujeres Agricultoras y Ganaderas también ha reivindicado el papel de la mujer rural en su día internacional, criticando la “merma de derechos ya conquistados” por la pandemia, al tener que dejar su trabajo muchas veces par dedicarse a cuidar de la familia.