Cantabria y Asturias han sufrido durante más de una semana una ola de fuegos poco habitual para esta época, que pone en peligro su patrimonio natural. En Navarra, País Vasco y Castilla y León también se han registrado incendios. La lluvia favorece su extinción.
Las lluvias han favorecido la extinción de los incendios que han afectado durante los últimos días a varias zonas del norte de España. Expertos forestales aseguran que se trata de la peor ola de fuegos de los últimos 25 años en estas fechas del año, durante las que es muy raro ver montes ardiendo.
Cantabria ha amanecido hoy libre de incendios, aunque mantiene la alerta máxima ante las previsiones meteorológicas que anuncian viento y calor. Durante seis días se han registrado más de 200 fuegos, con especial virulencia ayer. Las llamas ham consumido ya más de 2.000 hectáreas de terreno y ha atacado a zonas de alto valor ecológico.
La sequía y los bosques secos favorecen el fuego, pero el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha atribuido su autoría a “pirómanos” y a “gente equivocada”.

En Asturias se han declarado en los últimos diez días decenas de incendios que han arrasado cientos de hectáreas de monte bajo y arbolado, aún por cuantificar por los servicios de emergencia. La lluvia ha contribuido que se apaguen la mayoría de las llamas en suelo asturiano, donde los focos que se registran aún están controlados, según han informado a Efe fuentes del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA).
Estas Navidades también han ardido montes en Navarra, donde los bomberos siguen trabajando para extinguir el fuego de Arantza, ya controlado. Las llamas han afectado a 130 hectáreas.
En Vizcaya se ha extinguido el incendio forestal desatado el domingo en Berango, que afectó a unas 130 hectáreas y se extendió a Sopelana. En Ávila, a principios de la semana se declaró otro en San Juan de Gredos, donde ya no se observan llamas.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha enviado medios aéreos a todas estas zonas para colaborar con las autoridades de las autonomías en las tareas de extinción.