La previsión inicial de un recorte de la producción de fruta de hueso se ha cumplido -excepto para la ciruela- y los precios, razonables, no se han disparado como era de esperar, lo que ha creado desilusión en un sector que mira con incertidumbre al futuro y pone de nuevo el foco en la distribución.
La campaña de melocotón y nectarina europea, que se reparte entre España, Italia, Grecia y Francia, alcanzará este año un volumen de 3,67 millones de toneladas, un 8 % menos que en 2017, según las previsiones hechas públicas ayer en una jornada sectorial organizada por Afrucat.
Agricultura y organizaciones agrarias están de acuerdo sobre la necesidad de reestructurar el sector de fruta de hueso. Ahora el debate de propuestas gira en torno a si es necesario o no un plan de ayudas para el arranque de melocotoneros.
El sector español de fruta de hueso estudiará este otoño cómo hacer frente a los bajos precios en origen que percibe desde hace años -sobre todo desde el inicio en 2014 del veto ruso a la importación de fruta comunitaria- y que en 2017 han tocado fondo ante la abundante oferta.
Los productores de melocotón podrán notificar al FEGA a partir del 25 de julio sus solicitudes para el último cupo de ayudas para transformación en zumo.
