Cuesta imaginar un lugar en el que las piezas de Lego han sustituido por completo a los ladrillos y otros materiales de construcción. Ese lugar existe y se llama Legoland. En Billund (Dinamarca), podemos visitar desde 1968 un parque de atracciones formado por 45 millones de piezas de Lego.

Desde el Monte Rushmore hasta escenas vikingas, un completo zoo o recreaciones de otras ciudades, no hay nada que se resista a la versatilidad constructora de estas pequeñas piezas de juguete de origen danés.

La diversión no acaba con las recreaciones de Lego de diferentes paisajes, objetos y personajes: atracciones acuáticas y montañas rusas aseguran una jornada de diversión para todas las edades.

Desde Duploland, la zona pensada para niños de 2 a 6 años, hasta Adventure Land, donde se concentran las atracciones, los visitantes podrán pasearse por este mundo "lego" que incluso recrea un área polar habitada por pingüinos: Polar Land.

Para los amantes de lo clásico

Hace más de 30 años que Disneyworld puso a disposición del público la posibilidad de sentirse parte de uno de los relatos del universo Disney. Poco después, en 1992, este formato de parque temático daba el salto a Europa con Disneyland París.

Siete hoteles forman parte del complejo y ofrecen a los visitantes 5.800 habitaciones. Lejos de la creencia de que Disneyland es un lugar para niños, lo cierto es que un 40 % de los visitantes del parque son adultos sin hijos.

Mickey Mouse, las princesas Disney y todos los personajes de esta popular factoría de animación reciben al visitante no sólo en sus parques temáticos, también en otros lugares de vacaciones como cruceros. Incluso es posible celebrar bodas en sus instalaciones.

En la tienda de Francia, a la que se accede a través de internet, se pueden adquirir entradas al parque, así como paquetes conjuntos que incluyen el traslado desde París o una cena espectáculo.

Sin salir de España

Si las circunstancias no nos permiten salir de España, siempre es posible regresar a la infancia con una visita al Parque Warner (el hogar de Piolín y Silvestre en San Martín de la Vega, Madrid) o a Port Aventura, en Salou (Tarragona), donde además de impresionantes atracciones se puede visitar el Barrio Sésamo.

En el Parque Warner, los peques tendrá la oportunidad de aprender a conducir un tronco-móvil en la escuela de conducción Yabba-Dabba-Doo, afinar su puntería en la atracción la Aventura de Scooby Doo o disfrutar de las experiencias a su medida que se concentran en el Parque ACME.

Un túnel del terror, atracciones inspiradas en Superman y una montaña rusa sólo para valientes son algunas de las diversiones pensadas en la Warner para los adultos.

En Port Aventura también tienen muy en cuenta que gran parte de sus visitantes ya no son niños. Aunque, para invocar su espíritu infantil, han cuidado al detalle cinco áreas temáticas cargadas de atracciones y originalidad. La Polinesia, China, México, el Lejano Oeste y el Mediterráneo sirven de hilo conductor a la diversión del parque.

En Sésamo Aventura, Elmo, Coco y el Monstruo de las Galletas acompañan a los más pequeños a un mundo inspirado en los dibujos animados y con atracciones diseñadas para disfrutar como enanos.

Pinceladas de otros parques

• Aunque menos conocido que el popular Disneyland, también en Francia se puede visitar el parque dedicado al universo de Astérix y Obélix. Estos divertidos y rebeldes galos dan vida a un parque con una treintena de atracciones a disposición del público desde 1989.
• El parque temático de los estudios de cine Universal en Orlando (Estados Unidos) recrea desde el mágico mundo de Harry Potter hasta un Springfield en el que visitar el Bar de Moe o el Krusty Burger, y sentirse como un auténtico Simpson.
• La casa de Peppa Pig se encuentra en el parque de atracciones Paultons, muy cerca de Southampton (Inglaterra). Con atracciones pensadas para toda la familia, incluso los más pequeños pueden disfrutar con las atracciones inspiradas en esta divertida cerdita.