Una de las líneas de investigación que trabaja la comunidad científica es el uso de los fagos
La comunidad científica busca nuevos antibióticos y alternativas a los mismos como una solución para hacer frente a las bacterias resistentes a estos medicamentos, esenciales para la sanidad humana y animal, y hay líneas de investigación prometedoras en las que cobran protagonismo los fagos.
Una de las líneas de investigación que trabaja el catedrático de Sanidad Animal en la Universidad CEU Cardenal Herrera, Santiago Vega, y su equipo es precisamente la de los fagos, es decir, virus que luchan contra las bacterias de forma selectiva.
Estos virus (fagos) son capaces de introducir su material genético en la bacteria hasta destruirla.
Su equipo está trabajando en fagos en porcino y en avicultura pero no es la única línea abierta porque también están investigando la microbiota en los intestinos de los animales para conocerla mejor y determinar cómo modificarla con el fin de generar un “ambiente hostil” a bacterias patógenas que puedan entrar.

Son trabajos científicos bajo el concepto “One Health” (Una Salud), según asegura, porque en ellos también toman parte médicos y biólogos.
Es un esfuerzo investigador para luchar contra esa “pandemia silenciosa” que son las resistencias antimicrobianas.
Vega destaca la importancia de avanzar en esta área porque nos estamos “jugando mucho” y lo resume en una frase: “Si nos quedamos sin antibióticos, no podrían, por ejemplo, hacerse cirugías porque es impensable plantearse operar a alguien cuando podría morir por una infección”.
Las soluciones urgen porque, de no haber avances, Naciones Unidas calcula que en 2050 cerca de 10 millones de personas morirán cada año por infecciones no resueltas debido a las resistencias antimicrobianas, una cifra superior a las muertes por cáncer.