MUJERES RURALES

“El sector alimentario necesita más representación femenina e igualdad en la cadena”

Publicado por: EFEAGRO 15 de octubre de 2021

Todos los subsectores agroalimentarios tienen falta de representación femenina y necesitan más igualdad en todas las fases de la cadena, según la directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria, Isabel Bombal.

En una entrevista a Efeagro por el Día Internacional de las Mujeres Rurales, Bombal ha destacado que tanto en el ámbito pesquero como en el alimentario falta representación de las mujeres en todos los subsectores, con algunos “tremendamente masculinizados” a lo largo de toda la cadena como el del vino o el aceite de oliva.

Ha citado el caso de las cooperativas, en las que las trabajadoras constituyen un 26 % de la fuerza laboral, pero solo un 9 % está en órganos directivos y un 4 % ha llegado a su presidencia, unos porcentajes que no se corresponden con la representación real femenina en la masa de empleados.

Bombal ha precisado que en otros subsectores hay mayor representación femenina, como en la ganadería y en las frutas y hortalizas, si bien los servicios acumulan el 78,5 % de los empleos en los que las mujeres están presentes.

Una veterinaria entre las vacas de una ganadería de vacuno lechero en Jerez de la Frontera (Cádiz). Efeagro/Román Ríos
Una veterinaria entre las vacas de una ganadería de vacuno lechero en Jerez de la Frontera (Cádiz). Efeagro/Román Ríos

Se trata de una situación que, a su juicio, “hay que revertir para que haya más igualdad en todas las fases de la cadena y en la representatividad”.

En el ámbito agrario, por ejemplo, el 32 % de los titulares de explotación son mujeres, mientras que la proporción de jefas de explotación disminuye al 22 %.

La directora general ha explicado otras diferencias entre hombres y mujeres en el campo: las primeras tienen explotaciones menores desde una perspectiva física y económica, lo que les lleva a invertir e innovar menos y tener menos probabilidad de mantenerse con éxito en el futuro.

Doble brecha de género y de territorio

A esto se suma la doble brecha de género y de territorio que sufren las mujeres en el medio rural, donde hacen frente a mayores tasas de desempleo y precariedad laboral, salarios inferiores a los de los hombres en igualdad de condiciones y más dificultades para emprender.

“Sobre ellas recae mucho más el peso de la conciliación familiar, de los cuidados de los más pequeñas y de los mayores, además del peso de la casa”, ha añadido.

Ante tanta desigualdad, Bombal ha apostado por la incorporación de medidas en los ámbitos público y privado, así como en la sensibilización de la sociedad.

“El medio rural está abandonado, despoblado, masculinizado y envejecido, y solo con las mujeres conseguiremos atraer población de manera estable. No es solo una cuestión ideológica, sino de necesidad de toda la sociedad”, ha enfatizado.

Por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), ha asegurado que todas sus políticas “están impregnadas de esta necesaria aportación de valor para conseguir la igualdad” y están tratando de impulsar la perspectiva de género en todos los ámbitos, ya sea en la Política Agraria Común (PAC) o en las medidas dirigidas al emprendimiento, la formación y la capacitación.

Ha subrayado que, a petición del Gobierno español, la nueva PAC negociada en la Unión Europea incorpora la perspectiva de género, de forma que esa política “dejará de ser neutra y permitirá diseñar intervenciones en el primer y el segundo pilar en favor de las mujeres”.

En ese sentido, habrá medidas destinadas a las mujeres por el hecho de ser mujeres, igual que existen otras dirigidas a los jóvenes por el hecho de serlo, puesto que “hace mucha falta el relevo generacional”.

El futuro de la España rural

Para Bombal, las mujeres son quienes “anclan a la población en el territorio” y con ellas están las familias, por lo que, “si se realizan como mujeres, personas y profesionales se estará dando la oportunidad de que las familias se asienten en el medio rural”.

Ha resaltado el ejemplo de toda una generación de mujeres que actualmente tienen entre 30 y 45 años, altamente cualificadas, que salieron de sus pueblos para formarse y vivir experiencias laborales, pero que ahora quieren voluntariamente volver a sus raíces o realizarse en otros pueblos.

“Estas mujeres traen vida, empleo, servicios y oportunidades para mejorar la vida de las personas que ya viven en estos pueblos gracias a esta generación de valor añadido que se queda en el territorio, esencial desde el punto de vista sociológico y económico”, ha argumentado.