Desde las famosas croquetas de boletus hasta un plato de hongos al gusto con un salteado de mollejas de tres estrellas Michelin pasando por la “Semana de la tapa micológica” en Soria para saborear la oferta gastronómica de la temporada 2023, la micología se saborea con deliciosas versiones.
La gastronomía y el micoturismo son dos conceptos que van de la mano y muchos de los viajeros que disfrutan de este pasatiempo deciden catar estos productos de temporada en los locales de la zona.
Así ocurre en Castilla y León donde, por ejemplo, el 45 % de los turistas que llegan a la comunidad autónoma lo hacen con “intención de disfrutar de la gastronomía”, ha explicado a Efeagro el director general de Turismo de la Junta de Castilla y León, Ángel González Pieras.
Pero Extremadura no se queda atrás, y es que es uno de los principales productores de hongos de España y cuna de uno de los restaurantes triestrellado que cuenta en su recetario con platos preparados con hongos de temporada.
El “must” del tapeo: las croquetas de boletus
La croqueta es una elaboración que acepta muchos ingredientes y desde hace unos años el boletus se ha convertido en una “it girl” para los amantes de esta fritura; ya compite en las cartas de los restaurantes al lado de la típica croqueta de pollo, jamón o cocido.
Su elaboración mantiene la receta clásica, pero ha sustituido el jamón por boletus en pequeños trozos que se cuecen al ritmo de la bechamel, para después enfriar y freír con forma de bola.

Sin embargo, es en Soria, cumbre del micoturismo, donde se está celebrando la “Semana de la Tapa Micológica”, una feria para catar tapas tan originales como la ensaladilla de edulis, el mini sándwich de hongos y el cornetto de helado de boletus.
Recetas de temporada
El restaurante Atrio con tres estrellas Michelin presume en su recetario elaboraciones de temporada, como los hongos con mollejas que se convierten en una versión delicatessen, pese a ser “una receta fácil y sencilla”, ha apuntado el chef de Atrio, Toño Pérez.
Con menos de diez ingredientes prepara para sus comensales una elaboración que se puede servir para “napar”, acompañar carnes o pescados o como sopa con el toque delicado de la molleja.
En concreto, se sofríe en aceite de oliva las chalotas, los hongos y se incorpora la leche a fuego lento durante 15 minutos, después se saltea el hígado de pato, se añade el jugo de trufa y se mezcla con la preparación anterior.
Para terminar, se salpimienta y tritura la sopa y se añaden las mollejas de cordero salteadas.
Y para reforzar el aroma, si coincide con la temporada de trufa negra que comienza en noviembre, “se añaden unas lascas sobre las mollejas”, explica.
Una forma original, sencilla y directa de incorporar los hongos en todas sus variedades y diferentes formatos a la oferta gastronómica de la que disfrutan micoturistas, viajeros y paisanos.