Las últimas inundaciones han provocado daños en cultivos en un momento importante de la campaña. La oferta hortícola española se ha reducido en los los mercados exteriores, en unas fechas de consumo fuerte por la cercanía de la Navidad.
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA y las cooperativas han declarado a Efeagro que en estos momentos se están evaluando las pérdidas agrícolas por el temporal de lluvias, que ha sido calificado como el segundo más violento de España de los últimos cuatro años (con víctimas mortales).
Entre las producciones más afectadas figuran los cítricos y las hortalizas.
Desde el punto de vista comercial, las lluvias han recortado la oferta y los envíos a los mercados de la Unión Europea (UE), en unas fechas en las que los supermercados quieren tener sus lineales abastecidos por la cercanía de las fiestas.
Las zonas más afectadas son Baleares, Murcia, la Comunidad Valenciana y varias provincias andaluzas, como Almería.
El Consejo de Ministros declarará hoy como zona afectada gravemente por una emergencia de protección civil la parte de Levante y Baleares que ha sufrido inundaciones en los últimos días. El Gobierno actuará tal y como hizo el pasado 9 de diciembre ante las inundaciones que ya habían afectado al inicio de mes a Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Será con posterioridad cuando se articularán las ayudas económicas destinadas a paliar los daños.
Daños en cultivos e infraestructuras
El responsable de hortalizas de Asaja, Francisco Vargas, ha resaltado las pérdidas en cítricos u en hortalizas como las lechugas, que “se llenaron de tierra”.
Vargas, presidente de Asaja-Almería, ha señalado que el temporal ha puesto de manifiesto la necesidad de acometer inversiones hídricas para prevenir los daños provocados por las inundaciones y solventar “el mal estado” de cauces y ramblas en algunas zonas de la provincia.
El responsable de frutas y hortalizas de COAG, Andrés Góngora, ha apuntado que las estructuras de los invernaderos “han aguantado” pese al clima, pero ha habido encharcamientos, y ha mencionado daños puntuales en explotaciones de ovino y caprino, con muertes de animales, y casos “graves” en fincas de cítricos.
Góngora ha resaltado que el temporal ha provocado la “falta” de oferta, que los precios “se disparen” y que los productores del sureste no puedan atender a pedidos de tomates, berenjena, pimientos, calabacines o lechuga para enviar a los países europeos, en unas fechas en que estos alimentos “tienen tirón”.

No obstante, las organizaciones agrarias han reconocido que, pese a los daños, la situación de “sequía extrema” tampoco era buena.
El secretario de agricultura de UPA-Murcia, Antonio Moreno, ha mencionado el efecto positivo del agua para los cultivos de secano en áreas con lluvia suave; del lado negativo, ha citado las consecuencias en las fincas de la comarca del Campo de Cartagena.
En dichas explotaciones, según Moreno, se han anegado huertos de lechuga, brócoli, coliflores y cítricos.
La asociación de productores y exportadores hortofrutícolas de Murcia, Proexport afirmó que la mitad de la cosecha de lechuga no podrá recolectarse para Navidad en el Campo de Cartagena, además de perderse toda la producción de espinaca y minihojas.
Temores por los árboles
En la Comunidad Valenciana, fuentes de la Federación de Cooperativas Agroalimentarias han reseñado que se han perdido muchos cítricos, como las clementinas “a mitad de campaña” o algunas variedades de naranjas tardías; también se ha visto afectado el caqui.
Sin embargo las cooperativas temen efectos aún mayores que la merma de cosecha, como la “asfixia radicular” o la falta de oxígeno de los árboles por la inundación del campo, lo que puede provocar su muerte.
COAG, AVA-ASAJA y La Unió han insistido en los daños citrícolas, no solo por la cosecha que estaba a punto de ser recolectada, sino por los perjuicios en caminos, acequias o maquinarias.
La Unió ha dado por perdida la cosecha pendiente de recolectar de mandarinas clemenules y navelinas, y ha cifrado la superficie afectada en 140.000 hectáreas; AVA-Asaja situó en 172 millones de euros el valor de los desperfectos en la agricultura y la ganadería valencianas.