Es una prueba de lo que el turismo sostenible puede hacer para preservar el patrimonio histórico y cultural. La construcción de réplicas de hallazgos o monumentos puede impedir que el paso de los años y los miles de turistas acaben por deteriorarlos.
Se acaba de inaugurar en la ciudad monumental de Luxor. La réplica de la tumba de Tutankamon es, según sus autores, la Fundación Factum, una “contribución al turismo sostenible en Egipto”. Obra del estudio Factum Arte, con sede en Madrid y colaborador de la Fundación Factum, el facsímil se ha desarrollado mediante un proceso de digitalización en tres dimensiones, que ha permitido que sea la reproducción a escala real más exacta jamás realizada,
Sus impulsores calculan que en 2019 habrá seis millones de turistas que que visitarán el Valle de los Reyes en Luxor, lo que representa un peligro para la conservación de la tumba original. Según sus cálculos, la réplica podrá soportar más de medio millón de visitas al año. Si las autoridades egipcias lo creen conveniente, puede ser una opción para reducir la afluencia de turistas a la tumba original, que con más de 3.300 años de antigüedad sufre el desgaste del paso del tiempo y de la curiosidad humana. Se trata, además, de la primera fase de un proyecto más amplio, que contará también con réplicas de las tumbas de Seti I y Nefertari, actualmente cerradas al público.
Por otra parte, Ibrahim y Zazua han reabierto estos días al turismo dos importantes tumbas que datan de la época del faraón Ramsis III (1.186 y 1.155 a.C.), en Luxor, en sur de Egipto.