¿Cuáles son las claves del éxito de un blog de viajes? 

Yo creo que se trata de tres cosas: definir tu público muy bien, ser bueno contando historias (tanto escritas como en fotos) y saber cómo implicar a tu comunidad. Es muy importante saber para quién publicas tus historias, y saber cómo interactuar con ellos. Los blogueros estrella son increíblemente activos con sus seguidores.

Internet es una fuente de información fundamental, pero hay tanto contenido que a veces es difícil filtrar. ¿Cómo crees que un viajero puede identificar la información independiente?

Una de las cosas fundamentales de los blogs de viajes es la sencillez y la integridad. Hay como un código ético entre nosotros que nos obliga a decir si el viaje ha estado patrocinado. Todo es visible y los lectores aprecian esto. Hay que entender que el objetivo fundamental es ofrecer a los usuarios experiencias en primera persona, y es perfectamente visible cuándo la narrativa es auténtica o por encargo.

¿Cualquiera puede ser un bloguero de viajes?

Sí. Cuesta cinco minutos crear la herramienta. La cuestión es: cualquiera lo leería? Cada día se crean cientos de blogs, con información escrita y gráfica. Afortunadamente, los que no tienen buenos contenidos caen por sí mismo. Esto marca la diferencia. Si quieres ser bloguero de viajes necesitas estar comprometido con los viajeros.

Tu blog incluye mucha información sobre tu país, Portugal. ¿Qué lugar no podemos perdernos?

Aunque Lisboa se está convirtiendo en un destino estrella en Europa, mi recomendación es que no os perdáis Tavira, en el Algarve. Esta zona es destino veraniego desde hace años, pero Tavira es un pueblo de pescadores muy auténtico. Lo que me gusta es que la vida nocturna es muy modesta y pintoresca. A la mayoría de playas hay que llegar en un barco-taxi, y es muy fácil encontrar un rincón aislado. Es un lugar mediterráneo y muy familiar, destino para los propios portugueses, por lo que la comida es muy auténtica, fresca y económica.

La gastronomía es una parte esencial en los viajes. ¿Cómo está evolucionando esto? ¿Por qué es tan esencial para los viajeros?

La gastronomía es un tema que me toca de cerca más allá del viaje. Es imposible viajar y no hablar de comida. Es más, creo que debería estar prohibido. Es el aspecto más importante de la cultura de un país, con el valor añadido de que te da una experiencia sensorial a todos los niveles que luego te llevas a casa. Creo que los tiempos de encontrar el Starbucks más cercano pasó a la historia, y me da pena la gente que no quiere adentrarse en la cultura gastronómica del país que visitan, ya sea un restaurante Michelín o un puesto callejero de sardinas. La comida es color, te cautiva, te alimenta y reúne a amigos y extranjeros alrededor de una mesa. Para mí, es el alma de viajar.

Un blog no es sólo una fuente de información, es además una suma de herramientas. ¿En qué medida son fundamentales las conexiones con las redes sociales?

¡Son vitales! El blog, Facebook, Twitter, Instagram, pinterest, vimeo, youtube... Todas ellas son plataformas en las que te presentas y exhibes tu blog. El blog y el compromiso de la comunidad simplemente no existirían sin las redes sociales.

¿Cuánta importancia tiene la periodicidad para los lectores?

Es otro aspecto esencial, pero cada autor tiene que definirlo en la medida en que se sienta cómodo. Los hay que publican dos veces por semana, otros a diario... Creo que es una cuestión de sentirse a gusto y de satisfacer a tu público.

¿Cuáles serán sus próximos destinos?

Después de pasar por Madrid iré a Barhein, invitado por un programa de intercambio cultural. En marzo estaré en India, en Kerala, patrocinado por la oficina de turismo. Tambien iré a las Azores en primavera, y pasaré un caluroso verano en Lisboa, Coimbra, y, por supuesto, Tavira.

El viaje, ¿tiene sentido sólo si se comparte?

Cada persona tiene una perspectiva distinta sobre el hecho de viajar. Es algo muy personal. Cuando era director de la boutique del Palace en Lisboa, los huéspedes pagaban 2.500 euros por noche sólo por mantener el anonimato y la privacidad. Por supuesto, estos huéspedes no están en blogs ni en ningún tipo de red social, pero vinieron a ese hotel porque alguien les habló de él en una conversación. Creo que es un buen ejemplo de que no importa realmente si compartes tu experiencia con mucha gente o no.