Hay muchas razones por las que elegir Santander como destino: su arquitectura, el mar, la naturaleza que la circunda, su gastronomía… Ahora hay un motivo más: “Los miserables” comienza su gira por toda España y ha elegido la capital cántabra para su estreno. Será el 17 de octubre.
Está considerado “el musical de los musicales”. Ya sea por la vigencia del texto de Víctor Hugo, por su insuperable partitura o por la grandiosidad de su montaje es visita obligada tanto para los amantes del género como para los que acaban de descubrir la revolución de la mano de Hugh Jackman en la reciente versión cinematográfica de Tom Hooper.
Ahora, el Palacio de Festivales de Cantabria, en Santander, ofrece escenario a más de 100 personas entre artistas y técnicos, dispuestos a estrenar en la capital cántabra un viaje que llevará Los Miserables hasta junio por toda la geografía española. Una oportunidad única para disfrutarlo, pues la propia dimensión del montaje hará difícil que regrese a cada “plaza”, como así llaman los actores cada parada de ese viaje extraño, agotador y maravilloso que es una gira teatral.
Eva Diago: Si tienes que ver un musical en tu vida son Los Miserables
“La gente estará deseando verlo”, explica a Efetur Eva Diago, Madame Thénardier en la obra. Esta actriz y cantante, curtida en musicales y reconocida por el público y los premios, tiene claro por qué: “Es único e irrepetible. Es como si dejas de leer El Quijote. Desde el punto de vista de los musicales, no lo puedes dejar pasar. Si tienes que ver un musical en tu vida son Los Miserables”.
Con libreto a partir de la obra de Víctor Hugo –traducido a 22 idiomas- y una partitura mundialmente admirada –en Londres lleva más de 7.800 representaciones-, sigue siendo una historia “actual”. Armando Pita, uno de los actores que se incorpora a esta “segunda vida” del montaje de Stage Enterteinment, asegura a Efetur que la obra es una “representación muy simbólica de cosas que han pasado a lo largo de la historia. Siempre hay cosas por las que lucha y gente que se aprovecha de la situación –en alusión a su personaje, Monsieur Thénardier, el contrapunto inmoral y cómico-. Y todo eso te toca aun hoy en día, porque es actual”.
Y un paseo por la ciudad
En esa mezcla de historia y modernidad, Santander espera al turista, declarada Conjunto Histórico Artístico y con lugares tan míticos y reconocibles como el Casino, la comercial y bulliciosa Calle Pereda, la Catedral, la Plaza Porticada, los Jardines del Piquio o el Palacio de la Magdalena.
Desde el Palacio -con un estilo que combina elementos de la arquitectura montañesa con la inspiración inglesa y francesa- se divisa la isla del Moro, los acantilados de la costa cantábrica y las playas de la bahía. El edificio comenzó a gestarse en 1908 con la construcción de un palacio para los reyes. La corte se trasladaba cada verano a este lugar entre 1913 y 1930. Restaurado en la década de los cuarenta, en estos momentos alberga los prestigiosos cursos de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Y para los curiosos de la historia, Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, un moderno espacio expositivo en pleno centro de la ciudad. En concreto, ocupa el espacio del Mercado del Este, un edificio declarado Bien de Interés Cultural en 1986. La exposición permanente permite contemplar 2.697 piezas de la historia de Cantabria, desde la Prehistoria hasta el final de la Edad Media.
Y hueco para salir
A pesar de la locura de la gira, Diago reconoce que al llegar a cada ciudad “busca” el hueco para salir, “para airearte del círculo vicioso hotel-teatro; ahora en Santander quiero ir a ver las focas y los pingüinos”. Se refiere la actriz a ese espacio en la Península de la Magdalena, en el que entre otros atractivos están las tres carabelas que el marino cántabro Vital Alsar donó a Santander y un minizoo donde vive un nutrido grupo de animales marinos.

Para Armando Pita, esta gira es como “un gran hermano sobre ruedas” que llevará hasta Santander a “ciento y pico personas, entre actores, técnicos, niños, tutores, maestros, directores…”. Allí encontrarán, como los visitantes, edificios del siglo XVIII y XIX, calles comerciales, palacios y residencia nobles, y otra joya nada oculta: su gastronomía.
Bocados de Cantabria
Lugar de encuentro en entre el océano y el monte, la mesa en Santander se viste con colores y olores como los de sus afamados quesos o sus conservas de pescado. ¿Quien no conoce las anchoas del Cantábrico? La región concentra el 80 % de estas pequeñas delicias del mar.
Llama la atención de la gastronomía cántabra su sencillez y su naturalidad. Entre sus elaboraciones más conocidas, el cocido lebaniego, las angulas a la cazuela o la merluza en salsa verde. Y los golosos tienen en Cantabria su reino. La repostería artesana dispone de dulces tan exquisitos como la quesada y el sobao pasiegos.