LA VENTA AMBULANTE EN LOS PUEBLOS

El reparto a domicilio en los pueblos se debate entre renovarse o morir

Antes de que amanezca, Juan Francisco Machuca (Mengíbar, Jaén) deja en la puerta de las casas una bolsa de pan: trabaja desde medianoche hasta el mediodía, cuando termina su reparto, una tarea que hace desde hace 34 años y que ahora se debate entre la extinción y la adaptación al mercado joven del pueblo.

ALIMENTACIÓN EEUU

Mexicana regresa con miedo a la venta ambulante para impedir su desalojo

Durante décadas Sonia ha vendido en la calle sus desayunos mexicanos de tamales, chocolate caliente y pudín de arroz para sostener a su familia. Pero a raíz de la pandemia en Nueva York echó el cerrojo y ahora con una gran deuda por el impago de la renta teme perder el hogar que comparte con tres de sus cuatro hijos y un nieto, inquietud compartida por entre 34 y 40 millones de inquilinos en Estados Unidos.