El ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, entregó ayer los Premios Nacionales de la Gastronomía, en una gala en la que fueron reconocidos chefs como Rodrigo de la Calle o Víctor Arguinzoniz.
El jurado, que falló la semana pasada las diferentes categorías de los premios, ha estimado en esta edición que la alta cocina se expresa, a veces, “en caminos insólitos” y Arguinzoniz, un cocinero autodidacta que ha convertido las brasas “en instrumento mágico que transforma los productos en platos delicados, es el mejor ejemplo de ello”. Víctor Arguinzoniz, del restaurante “Etxebarri” (Atxondo, Vizcaya), quiso lanzar un mensaje a los cocineros jóvenes: “que no olviden el valor de la perseverancia, la importancia de la pasión y el esfuerzo titánico que requiere este oficio“.
El premio a Arguinzoniz, que recoge el testigo de Eneko Atxa, se suma al de Juan Diego Sandoval como mejor director de sala por el trabajo que realiza con sus hermanos Mario (en cocina) y Rafael (sumiller), en el restaurante madrileño “Coque“.
El de mejor sumiller ha sido para Carlos Echapresto, del restaurante familiar “Venta Moncalvillo”; Luis Cepada ha logrado el de mejor labor periodística; la novela de Almudena Villegas “Triclinium”, el de mejor publicación y el de mejor publicación periódica en papel ha sido para “Beef” y en edición periódica digital para “Gastroeconomy“.
El jurado ha concedido un premio especial a la familia y fundación Vivanco, vinculados al vino de Rioja desde 1915; al fundador y presidente del Grupo Pesquera, Alejandro Fernández, el de “toda una vida” y los de gastronomía saludable a Rodrigo de la Calle y a la Fundación Española de la Nutrición.

Referencia a la gastronomía como catalalizador de la unidad de España
Por su parte, el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo, recalcó que la cocina española es “un buen ejemplo de unidad en días complicados para España”. “Atravesamos días complicados para España, hay gente que pretende fracturarnos y dividirnos e, incluso, han querido borrar quinientos años de historia en cinco horas. Fracasarán porque España es una gran nación, unida, y debe su fuerza a la riqueza de su diversidad”, subrayó Méndez de Vigo durante el acto de entrega de los premios, celebrado en el Museo del Traje.

“Un buen ejemplo de esa unidad lo encontramos en la gastronomía porque los menús más sabrosos surgen de la riqueza de los lugares más remotos del país“, ha añadido el ministro, que considera que la cocina española “recuerda lo bien que se está juntos, lo que sumamos juntos”.
También insistió durante su discurso en la importancia de “hermanar gastronomía y vida saludable”, ya que, “el placer de la comida no tiene que estar reñido con buen calidad de vida. Aprender a comer bien es necesario”.
Con él coincidió el presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, que considera que España ha vivido “una evolución absoluta de la cocina tradicional a la cocina de la libertad”, así como un cambio en el concepto de gastronomía, desde algo “puramente lúdico” hasta “una actividad saludable, sostenible y satisfactoria”.